III

Me has amado las manos y caerán con el otoño.

Has amado mi voz y está arrasada.

Mi rostro ha reventado sobre ti como una piedra

impura.

Me has amado y amado

para que huya de mí, señor de sombras.

Me has destruido para que yo sea luz humana

cantando

como las criaturas de tu sangre.