Madrugada

Jugos del cielo mojan la madrugada de la ciudad violenta.

Ella respira por nosotros.

Somos los que encendimos el amor para que dure,

para que sobreviva a toda soledad.

Hemos quemado el miedo, hemos mirado frente a frente al dolor

antes de merecer esta esperanza.

Hemos abierto las ventanas para darle mil rostros.