Espías en el cuarto, también en el tejado,
espías en el baño, eso está comprobado.
Espías en el jardín, entre las sombras más duras,
detrás del grosellero, que les da cobertura.
Espías en el portal y en el patio trasero,
ocultos tras una gabardina en el ropero.
Espías bajo la escalera, en un rincón oscuro,
espías en el sótano: llevan años, seguro.
W. H. AUDEN, «Canción del espía», incluida en su traducción de la obra de Ernst Toller Nie Wieder Friede (No más paz) (1935)