Señores: De acuerdo con lo que me propusieron ustedes el día anterior, vamos a considerar hoy el gambito de alfil de rey que, como ya conocen ustedes, se compone de tres jugadas:
1. e4 | e5 |
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2. f4 | exf4 |
3. Ac4 |
Si recordamos por un momento la regla III, nos daremos cuenta en seguida de que el desarrollo del alfil no está de acuerdo con nuestros principios fundamentales. En realidad la jugada Cf3 es mucho más sólida y conduce a una partida mucho más fácil, mientras que el gambito del alfil de rey tendría que hacer perder siempre al que lo juega. La defensa debe consistir, por encima de todo, en alterar el desarrollo de las blancas, mediante 3…Dh4+, a lo que las blancas se ven obligadas a responder con
4. Rf1. |
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De acuerdo con los principios del desarrollo, pueden moverse igualmente el peón dama o uno de los caballos. Las blancas intentan movilizar unas enormes fuerzas en menos de cuatro movimientos, para afianzarse en el centro del tablero: Cf3, Cc3 y d4. Las negras no pueden asistir pasivamente a estas jugadas, ya que por el momento su dama está en peligro. Para mantener el rey blanco su insegura posición, inutilizar el plan de las blancas y lograr un rápido desarrollo de las fuerzas negras, la mejor política es la más agresiva, es decir la que se inicia con el sacrificio del PD.
4. … | d5 |
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5. Axd5 |
Ahora antes de que pueda jugarse cualquier otra cosa
5. … | g5! |
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Nuestros alfiles dominan dos largas columnas; nuestros caballos sólo tienen que hacer un movimiento para ocupar dos casillas de importancia, que aumentarán la solidez de nuestra posición. Podemos, sin embargo, perder un tiempo con este avance g5 con la intención de proteger nuestro peón f de toda posible amenaza, y hacer volver inseguro el flanco de rey de las blancas.
6. Cf3 | Dh5 |
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7. h4 | Ag7 |
Una magnífica réplica. El alfil no solamente protege la torre, sino que domina además dos escaques centrales el d4 y el e5.
8. d4 | h6 |
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9. Rg1 | Dg6 |
10. Cc3 | Ce7 |
Hasta este momento todo marchaba bien para las blancas, puesto que se limitaban a desarrollar sus piezas menores. Pero ahora se hace evidente que la TD blanca está en una posición peligrosa, al igual que el AD. La posición del rey no causa preocupaciones pero, en cambio, la dama no está en demasiadas buenas perspectivas de poder servir a su causa. Por otro lado, las negras están en muy segura posición (solamente tienen un punto débil, el peón f7) y todos los posibles ataques de las piezas menores blancas por el centro se han evitado mediante el inteligente sacrificio de la cuarta jugada.
11. Dd3 |
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preparándose para Ad2
11. … | c6 |
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12. Ab3 | Ag4! |
El AD está en una espléndida posición, a salvo de cualquier posible amenaza de las piezas menores y disponiendo de h5 como seguro refugio.
13. Ad2 | Cd7 |
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14. Rf2 | 0-0-0 |
En esta posición se ve claramente la debilidad que entraña el juego de las blancas. Su rey y su peón de dama se hallan expuestos directamente a los ataques de los amenazadores T y C y del AR. Hagan lo que hagan, las blancas tienen la partida perdida. Las negras amenazan con Axf3 y Ce5. Si 15.Ce2 Cc5 gana directamente. Si 15.hxg5 hxg5 16.Txh8 Axh8 y no se ha evitado el peligro. Si, por último 15.Dc4 Axf3 16.gxf3 Ce5 17.dxe5 Txd2+ 18.Re1 Thd8 19.Dxf7 Dxf7 20.Axf7 Axe5 21.Ab3 Axc3 22.bxc3 Cg6 seguido de Ce5, lo que no es más que una de las maneras de obtener una gran ventaja.
Volvamos a la jugada 11 y variemos el juego de las blancas.
11. e5 | c6 |
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12. Ae4 | Af5 |
13. De2 | Cd7 |
14. Axf5 | Cxf5 |
Las blancas están obligadas a planear alguna forma de ataque, si no las negras enrocarán por el flanco de dama y el centro de las blancas se desmoronará de modo prácticamente seguro.
15. Ce4 | g4 |
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16. Cd6+ | Rf8 |
17. Cxf5 | gxf3 |
y gana una pieza; ó 17.h5 gxf3; o bien 17.Ce1 Cxd6 18.exd6 Axd4+ y deben ganar.
Tenemos que llegar a la conclusión, pues, de que el gambito de rey es poco digno de confianza. No pretendo que en ajedrez exista lo bueno y lo malo desde un punto de vista ético, pero ¿con qué derecho las blancas sacrifican un peón, estando en una posición absolutamente favorable, como la que se establece después de la jugada 1 cuando ambos bandos han avanzado su peón rey, peón cuya reposición es muy insegura y abre, además el flanco de rey al contrario? ¿y por qué sigue todavía la misma línea dejando abierto el jaque a la dama negra? Yo no le encuentro justificación por ninguna parte. La idea del gambito, si es que tiene realmente algún propósito, es la de inducir a las negras a secundar su violento y precipitado ataque. Sin embargo, si logramos superioridad posicional, mediante un juego seguro y consistente, el sentido común triunfa sobre el engaño, lo que es perfectamente justo.
Cuando el conocimiento analítico y teórico del ajedrez no estaba tan desarrollado como en la actualidad, los grandes jugadores solían practicar un juego movido y vivaz en el desarrollo, que es el que origina los gambitos. Una de estas partidas, aunque es enormemente insegura, es tan excepcionalmente brillante, que mereció la distinción de ser conocida como “La partida inmortal” . He aquí cómo se desarrolló:
Blancas | Negras |
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ANDERSSEN | KIESERITZKY |
1. e4 | e5 |
2. f4 | exf4 |
3. Ac4 | Dh4+ |
4. Rf1 | b5 |
5. Axb5 | Cf6 |
6. Cf3 | Dh6 |
7. d3 | Ch5 |
8. Ch4 | c6 |
9. Cf5 | Dg5 |
10. g4 | Cf6 |
11. Tg1 | cxb5 |
12. h4 | Dg6 |
13. h5 | Dg5 |
14. Df3 | Cg8 |
15. Axf4 | Df6 |
16. Cc3 | Ac5 |
17. Cd5 |
No hemos hecho notar la constante violación de los principios por parte de las negras.
La consecuencia de estos esquemas tan imaginativos es que ninguna de sus piezas está bien desarrollada; y en este punto, las blancas podrían haber arrollado a las negras jugando d4.
17. … | Dxb2 |
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18. Ad6 |
Un buen golpe.
18. … | Dxa1+ |
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19. Re2 | Axg1 |
20. e5 |
Obstruyendo la línea de a1 hasta g7. Un final glorioso.
20. … | Ca6 |
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21. Cxg7+ | Rd8 |
22. Df6+ | Cxf6 |
23. Ae7 mate. |