4

Señores: Esta noche vamos a comentar, siguiendo vuestros deseos, el gambito de Evans. Consta de los siguientes cuatro movimientos:

1. e4 e5
2. Cf3 Cc6
3. Ac4 Ac5
4. b4

Las negras no tienen por qué aceptar la oferta del peón. Por el contrario, si contestan replegando su alfil a b6 lograrán una pequeña pero evidente ventaja, ya que el último movimiento de las blancas no contribuye, en ningún aspecto, al desarrollo de sus piezas. El juego seguiría entonces la siguiente línea:

4. … Ab6
5. a4 a6
6. c3 Cf6
7. d3 d6
8. 0-0 Ce7

seguido inmediatamente de c6 y d5. Todas las piezas negras quedan bien colocadas, tanto si las blancas enrocan en la octava jugada como si lo dejan para más tarde. De esta forma, si las blancas sacrifican un peón ofreciendo el gambito, las negras, si lo aceptan, sacrifican la seguridad de una ventaja posicional.

El propósito del gambito es evidente; si las negras juegan 4…, Axb4 (o Cxb4), las blancas seguirán:

5. c3

y posteriormente procederán a avanzar el PD, con lo que logran una fuerte posición en el centro y dejan varias líneas abiertas para el ataque de sus propias piezas. El alfil puede retroceder a 4A, 4T, 2R, 1A o 3D, escaque este último en el que no está tan mal situado como a primera vista pueda parecer. Los grandes jugadores prefieren 4T o 4A, inclinándose ligeramente por el primero. Si lo colocamos en 4A el alfil puede verse amenazado de nuevo por P4D, mientras que, por el contrario, si jugamos A4T contrarrestamos aquella posibilidad. Además, el alfil situado en 4T ocupa un importante punto al que puede moverse el CD desde el que puede amenazar al AR blanco. De todas formas, y considerando todas las posibilidades, la mejor jugada parece ser:

5. … Aa5

Las blancas tienen ahora dos magnificas continuaciones posibles.

6. d4

es la que primero se nos ocurre, aunque no logra unos efectos tan definitivos como otra jugada, que comentaremos después.

Las negras contestarán:

6. … exd4
7. 0-0 dxc3

El punto más débil en el campo de las negras es PAR, por lo que debemos proseguir nuestro ataque mediante:

8. Db3

a lo que las negras pueden replicar con De7 o con Df6. Pero si se coloca la dama en 2R, no se la podrá apenas mover a ningún otro escaque libremente. Así pues:

8. … Df6
9. e5

Esperando poder obstaculizar el desarrollo de las negras, ya que ni el PD ni el PAR pueden, por el momento, avanzar, por lo que todas las líneas quedan ahora abiertas para nuestras piezas:

9. … Dg6
10. Cxc3 Cge7

En esta posición es fácil darse cuenta de que los movimientos ofensivos de las blancas están prácticamente agotados. Solamente les queda una posible continuación y muy poco satisfactoria:

11. Aa3

lo que da al alfil una buena columna, pero abandonando la también buena que dominaba.

Esta posición ha sido analizada durante muchas décadas, y se han encontrado varias posibles variantes que otorgan a las negras una posición relativamente segura para su rey y un peón adelantado. Sin embargo la siguiente continuación parece ser la mejor:

11. … Axc3

(Esta jugada fue sugerida por Mr. Lord, durante la conferencia.)

12. Dxc3 b6
13. Ad3 Dh6

No puede jugarse Dh5, ya que seguiría: 14.Axe7 Rxe7 15.e6

14. Tfd1 Ab7

y resulta difícil encontrar la forma en que las blancas pueden compensar la pérdida de los dos peones.

Esta línea de juego, llamada defensa comprometida del gambito de Evans, conduce algunas veces a combinaciones muy brillantes. Vamos a exponer una de ellas, a partir de la jugada 11 de la variante principal que estamos comentando.

11. … 0-0
12. Tad1 Te8
13. Ce4 Dxe4
14. Axf7+ Rf8
15. Ag8 d5
16. exd6 Cxg8
17. Cg5 Df5
18. Df7+ Dxf7
19. Cxh7 mate.

En vez de 6. d4, Tschigorin, el mejor conocedor del gambito de Evans, prefiere, 6. 0-0, con el objeto de mantener el dominio del centro. No hay duda de que esta línea de juego concuerda mejor con la idea original del gambito.

Las negras, de acuerdo con los principios expuestos en nuestra primera conferencia, deben jugar su PD o su CR. Normalmente, la mejor política es jugar el PD cuando se está sometido a un fuerte ataque y, por el contrario, desarrollar primeramente las piezas cuando se es el bando ofensivo.

En la posición que estamos considerando

6. … d6

parece ser, pues, la jugada más apropiada.

En la posición que estamos considerando

7. d4 exd4
8. cxd4 Ab6

conduce a la «posición normal» del Evans. Los cinco peones que las blancas han reunido en su ala de rey, contra los cuatro de las negras, ejercen una presión considerable sobre las piezas de éste, tanto más cuanto que las negras se verán obligadas a dejar su rey en el flanco peligroso. Ciertamente, las negras pueden establecer tres peones contra uno en el otro flanco; pero ello le ocupará mucho tiempo, hasta poder llevar la lucha al flanco que le interesa y mientras tanto las piezas blancas estarán ya colocadas y listas para el asalto.

Recientemente, se han recomendado diversas continuaciones para las blancas, consideradas mejores; pero yo opino que la forma antigua de llevar el juego sigue siendo tan buena como siempre. La línea seguida habitualmente por los viejos maestros es:

9. d5 Ca5
10. Ab2 Ce7
11. Ad3 f6
12. Cc3 0-0

No es mi intención analizar la posición siguiendo el método clásico, es decir, enumerando simplemente todas las variantes posibles. Esta clase de análisis creo que es completamente inútil, a no ser que sea muy completo. No existe la menor duda de que no excluye la posibilidad en absoluto, como lo ha demostrado la experiencia de muchos siglos, de cometer graves errores y obscurece, además, los puntos de vista desde los cuales pueden deducirse las características esenciales de la posición que se quiere analizar.

Sin entrar en detalles, es evidente que se nos plantean las siguientes posibilidades:

  1. O bien las negras avanzan su PAR a 4A, o
  2. Inician un ataque sobre el flanco de dama mediante c5, a6, Ac7, b5, etc., o bien
  3. Se contentan con romper la fuerte posición central de las blancas mediante c6.

    No existe, evidentemente, ningún otro plan de campagne[1] que pueda adoptarse.

    En lo que se refiere a la primera posibilidad a), puede verse fácilmente que un avance como éste no aumenta la fuerza defensiva de la posición de las negras. Por el contrario, abre la columna del AD blanco, deja libre la casilla 4R para los caballos blancos (después del cambio de peones) y, probablemente, facilita el ataque conjunto del PAR y PCR de las blancas.

  4. Este era el plan de defensa, o mejor dicho, de contraataque, propuesto por Anderssen. Las blancas obtendrían ventaja de la siguiente forma:
    13. Rh1 Cg6
    14. Cd2 c5
    15. f4 a6
    16. Ce2 Ac7
    17. Cf3 b5
    18. f5 Ce5
    19. Cf4

    Esta posición es muy representativa de la que se obtiene once o doce jugadas después de que se haya alcanzado la posición normal del gambito. Se necesitan por lo menos siete movimientos para llevar los peones negros a su destino. Entre tanto, las blancas quedan libres para avanzar su Peón g en dos jugadas hasta g5 y para emprender un peligroso ataque contra el flanco de rey de las negras.

  5. La política a seguir por las blancas debe ser, al igual que en b), el avanzar su PAR. Si las negras cambian su PAD por el PD, tomarán de nuevo con PR y el CD negro quedará desfavorablemente situado. En esta variante, las negras no tienen, prácticamente, ninguna posibilidad de ganar, a pesar de su ventaja de un peón, mientras que el ataque de las blancas es muy profundo y peligroso.

Parece ser, que la posición normal otorga muchas más posibilidades de victoria a las blancas que a las negras.

Si quieren simplificar las cosas, yo les aconsejo que jueguen:

7. … Ab6

de entrada, con lo que se logra convertir el material extra en ventaja posicional. Si, entonces, 8.dxe5 dxe5 9.Dxd8+ Cxd8 10.Cxe5 Cf6. Los sólidos peones y el buen desarrollo de las negras hacen difícil para las blancas el mantener el equilibrio, ya que su PTD y, más importante, su PAD, requieren una constante vigilancia y apoyo. Si, por otro lado, 8.dxe5 dxe5 9.Db3 Df6 10.Ad5 Cge7 11.Ag5 Dg6 12.Axe7 Rxe7 13.Axc6 Dxc6 14.Cxe5 De6 15.Da3+ c5 o Rf6, con los dos alfiles, un buen desarrollo de las piezas y una posición sólida.

Una de las mejores partidas de las que queda constancia, tuvo lugar en una época en la que el análisis del gambito de Evans no se había llevado hasta el punto en que está actualmente. Se la ha llamado la “siempreviva” . El jefe de las fuerzas blancas era el profesor Anderssen.

1. e4 e5
2. Cf3 Cc6
3. Ac4 Ac5
4. b4 Axb4
5. c3 Aa5
6. d4 exd4
7. 0-0 d3

Una defensa que hoy en día está abandonada.

8. Db3 Df6
9. e5 Dg6
10. Aa3 Cge7
11. Te1 b5
12. Axb5 Tb8
13. Da4 Ab6
14. Cbd2 Ab7
15. Ce4 Df5
16. Axd3 Dh5
17. Cf6+ gxf6
18. exf6 Tg8
19. Tad1!!

Uno de los movimientos más sutiles y más profundos de los que se tiene recuerdo.

19. … Dxf3
20. Txe7+ Cxe7
21. Dxd7+!!

¡Magnifico!

21. … Rxd7
22. Af5+ Rc6
23. Ad7 mate

Si en la jugada 20 las negras continúan con 20…Rd8 21.Txd7+ Rc8 22.Td8+ Cxd8 23.Dd7+ y mate en dos movimientos.