Señores: En nuestra conferencia anterior, establecimos una línea de juego que permite una buena defensa contra la apertura Ruy-López, en su forma usual. Sin embargo, debemos considerar otras posibilidades que se nos presentan en esta apertura. La fuerza de la verdad no proviene tanto de sí misma como del contraste que ofrece frente a lo que sólo aparentemente es verdadero. Esto es especialmente cierto en ajedrez, en donde ocurre a menudo que las jugadas más profundas no son precisamente las que más estimulan nuestra imaginación.
Frecuentemente se juega una defensa que se inicia en el tercer movimiento, mediante el avance del PTD, intentando amenazar nuestro alfil. No necesito insistir en que este movimiento contraviene nuestros principios, expuestos en la primera conferencia, mientras que el movimiento C3AR está en completo acuerdo con ellos. No creo que dicho movimiento conduzca a una partida igualada y voy a intentar mantener mi opinión mediante el análisis de las siguientes variantes:
1. e4 | e5 |
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2. Cf3 | Cc6 |
3. Ab5 | a6 |
Las blancas pueden optar entre cambiar su alfil por el caballo o retirarlo. Como regla general, no es aconsejable cambiar, en la primera parte de la partida, el largo alcance del alfil por un caballo cuya actividad no puede extenderse más allá de un círculo reducido. Jugaremos por tanto:
4. Aa4 | Cf6 |
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No es recomendable jugar 4…d6 por la posibilidad de 5.d4 Ad7 6.c3 f5 7.exf5 e4 8.Cg5, y una sólida posición para las blancas.
5. 0-0 |
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Las jugadas 5. Cc3 o bien d3, proporcionan una buena partida a las blancas pero sus posibilidades de éxito son todavía mayores si adopta una forma más incisiva de ataque.
5. … | Cxe4 |
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Las negras no pueden negarse a aceptar el sacrificio (momentáneo) del peón, ya que silo hicieran las blancas obtendrían una buena posición mediante d4, seguido de e5 o bien mediante 5…d6 6.d4 b5 7.dxe5 con buen juego.
6. d4 | b5 |
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7. Ab3 | d5 |
Sería demasiado arriesgado para las negras tomar el PD, ya que las blancas podrían continuar con Te1 amenazando al CR negro y, de hecho, tomándolo al fin.
8. dxe5 | Ae6 |
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9. c3 |
El último movimiento de las blancas es una excepción a la regla que hemos defendido hasta ahora de desarrollar el juego lo más rápidamente posible. La partida tiene ahora unas características especiales, que otorgan un valor adicional a unas piezas más que otras. Nuestro AR está destinado a ser el alma de nuestro ataque contra el rey negro en el momento (casi inmediato) en que se produzca el enroque corto. En consecuencia, debemos proteger nuestro alfil de los ataques de los caballos negros a los que, además, llevamos a posiciones descubiertas.
9. … | Ac5 |
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También 2R sería un lugar favorable para el alfil, pero parece más apropiado reservar este escaque para el CD. Por otra parte, tenemos que proteger el flanco de dama, motivo de más para colocar el alfil detrás de los peones.
Por el momento no podemos encontrar ningún error en el desarrollo de las piezas negras, pero la posición de sus peones en el flanco de dama está bastante comprometida. A continuación expondremos la forma en que las blancas pueden sacar partido de esta debilidad:
10. Cbd2 | 0-0 |
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11. Ac2 |
Esta posición es muy instructiva. Ya sea que las negras retiren su doblemente amenazado caballo, o que lo cambien o lo apoyen, en cualquier caso las blancas logran una magnífica línea de juego.
A
11. … | Cg5 |
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12. Cxg5 | Dxg5 |
13. Ce4 | De7 |
14. Cxc5 | Dxc5 |
15. Ae3 | De7 |
16. f4 |
Amenazando, antes o después, con P5A y en una magnífica posición.
B
11. … | Cxd2 |
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¿Cuál es ahora nuestro mejor movimiento, la jugada que les dará más fuerza a nuestras piezas?
12. Dxd2 |
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Y amenazamos con Cg5 Las negras no pueden defenderse mediante h6, ya que Dd3 forzaría g6 y la ganancia del peón de torre. Si Ae7, Te1 seguido de Cd4 y, rápidamente, f4 que nos daría el triunfo. Por tanto tiene que jugar:
12. … | Ce7 |
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13. b4 | Ab6 |
14. Cg5 |
Examinemos algunas variantes a partir de esta interesante posición:
A
14. … | h6 |
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15. Ch7 | Te8 |
16. Cf6+ | gxf6 |
17. Dxh6 | f5 |
18. Ag5 |
Y las negras no tienen defensa alguna.
B
14. … | Cg6 |
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15. Axg6 | hxg6 |
16. Df4 |
amenazando con D4T, etc.
16. … | Te8 |
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17. Dh4 | f6 |
18. Dh7+ | Rf8 |
19. Dh8+ | Ag8 |
20. exf6 | gxf6 |
21. Ch7+ | Rf7 |
22. Ah6 | Rf7 y las blancas ganan. |
C
14. … | Af5 |
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15. Axf5 | Cxf5 |
16. Dd3 | g6 |
17. Dh3 | h6 |
18. g4 | hxg5 |
19. gxf5 | De7 |
20. Te1 |
amenazando adelantar nuestro PAR y seguir con Dh6. Las negras, por tanto, no pueden hacer más que
20. … | f6 |
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21. fxg6 | fxe5 |
22. Txe5 |
sin tener en cuenta la calidad,
22. … | Axf2+ |
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23. Rh1 | Dg7 |
24. De6+ | Rh8 |
25. Txg5, ganando con facilidad. |
Lo que más debe llamarnos la atención de todas estas variantes, es la tremenda potencia de nuestros peones del flanco de rey que han barrido todo lo que han encontrado por delante aniquilando, de hecho, toda la fuerza enemiga mientras que los peones negros del flanco de dama han sido meros espectadores pasivos del combate.
Volvamos ahora al punto en donde dejamos el examen de la línea principal de juego.
11. … | f5 |
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12. exf6 |
Otra buena continuación seria Cb3 seguido de Cbd4.
12. … | Cxf6 |
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13. Cg5 | Ag4 |
14. Cdf3 | Ce5 |
15. Af4 | Cxf3+ |
16. gxf3 | Ac8 |
Ad7 sería todavía peor por la posibilidad de que las blancas replicaran mediante 17. Ae5.
17. Dd3 | g6 |
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No tiene otra forma de defensa. Si, por ejemplo, 17…Ce4 18.Cxe4 dxe4 19.Dxd8, etc.
18. Cxh7 | Af5 |
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Evidentemente, si 18…Rxh7 19.Dxg6+ Rh8 20.Rh1 decidiría rápidamente la situación.
19. Cxf6+ | Txf6 |
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20. Dd2 | Axc2 |
21. Ag5 (o también: Dxc2) | |
con una ventaja decisiva. |
Mi propósito al profundizar tanto esta posición no es, claro está, el de llenar vuestra memoria de datos y cifras. Lo que quiero demostrar es que una posición superior es siempre dominante, sea cual fuere el giro que se le dé al juego. Y ¿por qué hemos logrado una posición superior? Porque, como fácilmente puede comprobarse, los peones negros del flanco de dama son ineficaces y, además, necesitan protección mientras que los peones blancos contribuyen al éxito de las blancas, sea de una forma activa, sea amenazando una acción futura.
Pero no debemos estar todavía satisfechos de nuestro análisis. En la jugada 11 existe todavía una posibilidad de escapar:
11. … | Af5 |
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12. Cb3 | Ab6 |
13. a4 |
Los infortunados peones del flanco de dama nos sirven de nuevo de blanco para nuestro ataque. Vamos a amenazar con el cambio de peones, después con el de torres y con ganar el PD.
13. … | Tb8 |
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Esta parece ser la única jugada posible ya que si Ce7, entonces Cdb4 sería muy peligroso.
14. Cfd4 | Cxd4 |
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15. Cxd4 | Axd4 |
o bien si 15…Ad7 16.axb5 axb5 17.Dd3.
16. cxd4 |
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16. cxd4
Con lo que hemos alcanzado nuestro propósito. En primer lugar, tenemos los dos alfiles perfectamente situados frente al flanco de rey enemigo. Y, además, el PAD negro está detenido por nuestro PD y ya no podrá avanzar.
16. … | Ag6 |
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Si f6, ganaríamos una pieza.
17. axb5 | axb5 |
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18. Ta7 | c6 |
19. f3 | Cg5 |
20. Ta6 | Tc8 |
21. Ae3 | Ce6 |
22. f4 | Axc2 |
23. Dxc2 | Dd7 |
El intento desesperado de escapar mediante: 23…c5; se estrellaría contra 24.dxc5 d4 25.Td6 Txc5 26.Dd3.
24. f5 | Cd8 |
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25. Df2 |
Ahora necesitamos disponer de nuestra pieza más poderosa en el flanco de rey.
25. … | Rh8 |
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26. Dh4 | Db7 |
Las negras intentan sacar algún provecho de su flanco de dama.
27. f6 | g6 |
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28. Dh6 | Ce6 |
29. Ta3 | Tg8 |
30. Ad2 | Cf8 |
31. Ab4 |
Y las negras no tienen salvación posible.
Quiero llamar de nuevo la atención sobre la diferencia entre la fuerza desplegada por los peones blancos y negros. Teniendo en cuenta todo lo que hemos visto, quizás ahora estaréis de acuerdo conmigo en que cuando las negras juegan la defensa 3…, a6 contra la apertura de Ruy López, perjudican sin ninguna necesidad los peones de su flanco de dama, sin que el desarrollo de sus piezas le compensen por esta desventaja.
Para relajar la tensión a que he sometido hoy vuestros nervios ajedrecísticos, quiero presentaros, para terminar, un problema más agradable. Durante mi match con Mr. Steinitz, este maestro me presentaba una defensa bastante cerrada frente al Ruy López, iniciándola mediante 3. d6. Por lo general las partidas se desarrollaban así:
1. e4 | e5 |
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2. Cf3 | Cc6 |
3. Ab5 | d6 |
4. d4 | Ad7 |
5. Cc3 | Cge7 |
6. Ac4 |
Amenazando, por supuesto, con Cg5.
6. … | exd4 |
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7. Cxd4 |
Parece que las negras tienen una buena línea de desarrollo para su AR, con el objetivo de inmovilizar la dama blanca, mediante g7 y Ag7, en donde, ciertamente, el alfil domina una excelente diagonal. Este pequeño plan, sin embargo, no pudo ser puesto en práctica por Mr. Steinitz debido a lo que vamos a ver:
7. … | g6 |
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8. Ag5 |
Para tomar posesión de la diagonal que intentan ocupar las blancas.
8. … | Ag7 |
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9. Cd5 |
Ataque y contraataque.
9. … | Axd4 |
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Cualquiera otra jugada hubiera sido claramente peor. Está claro que las negras esperan ahora que las blancas continúen con 10. Cxe7 y entonces con Axb2 estarían fuera de peligro. Pero las blancas tienen un movimiento más eficaz a su disposición:
10. Dxd4! |
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Que, como se verá, es demasiado grave para las negras Si juegan: 10…Cxd4 11.Cf6+ Rf8 12.Ah6++. Por tanto no les queda otra posibilidad más que el enroque.
10. … | 0-0 |
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11. Cf6+ | Rh8 |
12. Cg4+ | Cxd4 |
13. Af6+ | Rg8 |
14. Ch6 mate. |