Quisiera agradecer la generosidad de las familias Pujol y Kreisler por permitirme consultar sin restricciones las cartas de Pujol y hablarme de su vida con tanta franqueza. Tamara Kreisler tuvo la cortesía de invitarme a su casa y compartir conmigo sus recuerdos familiares. Sin su ayuda, no habría podido escribir este libro.
Tessa Estévez fue mi intérprete e investigadora incansable en Madrid, y su contribución al proyecto fue capital. Su marido, Richard, leyó animosamente las traducciones y el manuscrito definitivo. Agradezco a los dos su gran trabajo y su amistad.
José Antonio Buces, sobrino de Tommy Harris, tuvo la gentileza de dejarme consultar sus archivos y amplió mis conocimientos sobre el hombre tan extraordinario que fue Juan Pujol.
Thaddeus Holt me facilitó información indispensable sobre las operaciones de engaño y siempre estuvo dispuesto a responder todas las preguntas. Nigel West tuvo la amabilidad de hablarme de su búsqueda de Pujol, además de proporcionar su conocimiento del período estudiado y de las organizaciones de inteligencia.
Jaysa y Mariano Faz, nuestros vecinos de la Calle Velázquez, nos dispensaron un caluroso recibimiento en Madrid. Muchas gracias.
Mi editor, Bruce Nichols, mejoró el libro con su lúcida perspicacia. Y mi agente, Scott Waxman, entendió las posibilidades del proyecto desde el principio.
De nuevo, mi más profundo agradecimiento a Marie, Asher y Delphine por vivir conmigo la aventura de escribir este libro.