Para celebrar a las mujeres

Su esposa, querida de su corazón,

ama de su casa, de carácter encantador,

aquélla a quien el universo entero dice: «Sé bienvenida, bienvenida».

Su esposa amada, soberana de gracia, dulce de amor,

la de la boca exquisita, la palabra amable,

aquélla cuyo consejo es excelente para componer los escritos;

todo lo que de sus labios salía era como una obra de la Verdad;

una mujer perfecta, muy honrada en su ciudad,

la que tendía la mano a todos,

la que decía lo que está bien, y repetía lo que se ama,

la que hacía lo que aman todos,

a cuyos labios ningún mal acudió,

la que todo el mundo ama, Renpet-Nefert.