La bóveda celeste ha traído la noche.
La bóveda celeste ha parido la noche.
La noche pertenece a su madre.
A mí me pertenece el saludable reposo.
Oh, noche, dame la paz,
y te daré la paz.
Oh, noche, déjame reposar,
y te dejaré reposar.
Me he prevenido contra el destino
y de mi sueño he sabido cuidar.
Para mí he hecho…
Este amuleto de mi lecho.
La noche se apartó.
Su bastón se quebró.
Su tina se agrietó.
Su agua mala fluyó.
La noche pertenece a su madre, a la Dorada.
A mí me pertenece el reposo de la vida.