«[…] Usted, como yo, somos inteligencias literarias outsider. De lo que me honro […] Siempre estaré en capacidad de leer lo suyo. Se trata de un mundo narrativo demasiado a contracorriente de la abundosa narrativa del consumo masivo, desde Eco hasta Isabel Allende […]».
(JUAN LISCANO, Caracas, 1990).