Vamos acabando y mientras esperamos a Diego, Manu me dice que lleva años acomplejado porque con Diego sí tengo tensión sexual y con él no, que Diego sería mi Harry si yo fuera Sally y él no tuviera a su chica.

—Sí, claro, seguro.

—Seguro, Mica, que tú tienes mucho morbo; todos te hemos deseado alguna vez…

En realidad, llegados a este punto del CV, el de mi último trabajo, Manu quiere distraerme para no regodearse; no le produce ninguna satisfacción haber predicho esto, pero lo hizo, me lo avisó: que después de aquella renuncia militante a bajarme el sueldo iban a despedirme, una heroína autodestructiva y una kamikaze; que les había humillado sólo para sentirme mejor que ellos, que ya lo era y que no necesitaba recordárselo.

Y yo le dije que no, que era buena en mi trabajo, que no podía tenerles miedo ni regalarles mi dignidad.