Terminé de escribir SHOW antes de que PLAY saliera a la venta. Sin embargo, aquellos que ya habían leído la primera parte no dejaron de pedirme esta continuación hasta que la terminé. Fueron sus ganas y el entusiasmo que demostraron por la historia de Leo y Aarón lo que más me motivó a seguir escribiendo. Estas son algunas de las muchas personas a las que tengo que agradecer que esta novela exista…
A Carlota, por dedicarle a esta novela todo el tiempo del mundo mientras acababa el proyecto final de carrera. Por creer en la historia de Aarón y de Leo incluso más que yo mismo. Por ser mi apoyo en todo momento.
A mi Familia, por el entusiasmo que demuestran con cada uno de mis logros (grandes y pequeños) y que me empuja a seguir adelante.
A todo el equipo de Montena, tanto en España como en el resto de países en los que ha salido el libro. En especial, a mi fantástica editora, Gemma; a Melca y Carlota, por ayudar a conocer a los hermanos Serafin en todos los medios posibles, y a Pilar, por sus infinitas ideas marketinianas.
A Ana Campoy, por abrirme los ojos al verdadero mundo de los reality shows, por las meriendas en el VIPS y por ser una estupenda compañera de oficio con la que compartir las dudas, las penas y las alegrías (no siempre en ese orden).
A Keko, por obligarme a dejar todos los proyectos que tuviera entre manos para escribir la continuación de PLAY.
A Lola, una vez más, por sacarse de la tableta gráfica una portada tan espectacular y por cómo le brillan los ojos al hablar de los hermanos Serafin.
A Lucía, por posar para la portada, por resolver, de nuevo, todas mis dudas médicas, y por defender al incomprendido Leo con uñas y dientes.
A Lorena, por su lectura de última hora y por sus mensajes rebosantes de ilusión mientras disfrutaba del manuscrito.
A mi twin, Laura, por atreverse a volar tan alto como yo, por posar para la portada y por descubrirme algunos de los mejores y más secretos lugares de Nueva York.
A Sofía, por dejarse arrastrar, guitarra al hombro, a cualquier evento para deleitarnos con su voz y sus preciosas canciones.
A Almudena, por sus infinitos halagos, por lo mucho que le gustó PLAY y por esperar con tanta ilusión esta segunda parte.
A mis rodaballos favoritos: Raquel, Lucía, Carmen, Borja (AKA Zape), Alberto, Alejandro y María José. Porque muchas de las anécdotas de esta saga las he conocido o vivido con ellos entre tapas y copas.
A Holly Goldberg Sloan, por ser la mejor madre americana que podría tener, por mostrarme la cara más fascinante de Los Ángeles y por creer en mí con los ojos cerrados.
A Francesc Miralles, por ser el mejor maestro que uno puede desear: generoso, amable y brillante. Por convertirme, sin quererlo, en un mejor autor y mejor persona (que es más importante).
A Ramón Conesa, por seguir al pie del cañón, peleando batallas y contestando e-mails sin perder ni un ápice de entusiasmo.
A Estel, por regalarme el nombre de Zoe para bautizar a una violinista tan virtuosa como ella.
A Tracy, porque el MP3 solo podía llamarse como la gemela de Tonya. Y porque se lo prometí.
A Gemma Puig, porque es la groupie #1 de Aarón y Leo.
A mi tocayo Javier, por bautizar a Kimberly ya que, como todo el mundo sabe, Hermochi es nombre de chico y no valía.
A Marta Álvarez, por esa primera cover de ILU que lo hizo todo un poco más real y que le dio un nuevo significado a la historia.
A los muchos artistas que he conocido por YouTube en este tiempo, en particular a Lindsey Stirling, por aparecer justo cuando creí que Zoe no podía ser real.
A Gilda Santana, porque, aunque nunca vi el programa, su libro Diez años en Gran Hermano: diario de una guionista (Anaya Multimedia), me fue muy útil durante el proceso de documentación.
A todos los que hicieron posible la gira PLAY, por hacerme sentir como una estrella. En particular, gracias a Nieves, Pedro Pablo y María, por los paseos de una entrevista a otra y las risas. También a Laura Gallego, David Lozano y Esther Sanz por las palabras que me dedicaron en las presentaciones en Valencia, Zaragoza y Barcelona, respectivamente. Los halagos siempre sientan bien, pero cuando vienen de genios de la palabra como ellos, saben mucho mejor.
A los blogueros y lectores, tanto de España como de otros países, por su entusiasmo, por asistir a los eventos, por sus mensajes en las redes sociales… Porque solo vosotros hacéis que el fenómeno Play Serafin exista y crezca día a día.