BOHEMIO, BERRETA Y BASURA

De: ‹m.iglesiasjoplin@hotmail.com›

Para: Epipoteo Hernández ‹epipoteoelsol@hotmail.com›

CC:

Asunto: Dila vive

Epipoteo, ya estoy cansada de tu actitud. Te ruego, no, te ordeno que me llames; si todavía me tenés al menos algo de respeto, si es que acaso ya nada de cariño, llamame. Tenemos que hablar. ¡Ya no sé si estás muerto, preso, loco, no sé nada de vos! Además, tengo algo importantísimo que contarte, si no me llamás por esto, entonces quiere decir que te pasó algo grave y voy a tener que ir a buscarte.

Tengo algo urgente que contarte: ayer, justo cuando estaba totalmente ensimismada escribiendo mi libro, sonó mi teléfono. No esperé que fuera nadie en especial, pero resultó ser una llamada extraordinaria. La persona que me llamó era Bárbaro Félix. ¿Te acordás? El cineasta que filmó a Dila. Está continuando su película y la está buscando; me dio a entender que él cree que ella sigue con vida. Yo intenté disuadirlo, pero él ha estado investigando y tropezó con una revelación, alguien le aseguró que vio a Dila vivita y coleando y que ahora es bailarina de cabaret, ¿te imaginás? Hay más, para que Ava estuviera libre de los cargos en su contra, yo debía aprobar que ya no requeriría observación constante. Así que, tiempo después de la masacre, Ava regresó a verme, la había notado totalmente cambiada. Ya no era un peligro para ella ni para los demás. Estaba tan diferente que se me ocurrió que tal vez no era Ava. Me acordé entonces de Isa, el Jesús del Corán. Un amigo musulmán me dijo una vez que Isa no murió en la cruz, que él ascendió al Cielo y que el hombre que crucificaron era un doble. «Ellos no lo mataron», eso dice el Corán. Los dos últimos años sólo quise contactarlo para contarle eso, que la Dubi que regresó no era Ava, sino Dila. Ella no murió. Estuve con ella dentro de las mismas cuatro paredes y se me escapó. Pero ahora lo vuelvo a llamar sólo porque tengo esta nueva información, que Dila quizás ya no luzca como una vampira, sino como una bailarina erótica.

Morena