GUSTO POR LOS EXTRANJEROS

A los franceses, a los germanos y suecos,

fácil Harriet, les das tus encantos;

además de españoles, rusos e italianos;

no desprecias ni holandeses ni daneses,

ni mulatos, negros ni fineses;

en ti todos pueden apagar sus fiebres

sea cual sea el color de sus pieles.

No rechazas ni el capullo cubierto,

ni al circunciso turco ni judío;

en resumen, todos los países a su vez

erecciones tienen dentro de ti;

tu capricho en realidad es singular,

y mucho me gustaría saber por qué;

pues si de nacimiento eres inglesa,

por qué a las pollas de tu suelo desprecias.