Qué sabes tú de lo que te viene,
de dónde te viene, por qué te viene?
¿Qué sabes tú de esta voz que sientes,
de esta luz que no ves, de este camino
por dentro, de estos pasos por dentro?
¿Quién te llama?
Lo único que tienes es la pregunta.
¿Por qué me tienen aquí? ¿Para qué sirve
esta chispilla de alegría que se enciende,
este asomo de esperanza que no sigue,
este camino que se acorta y no sigue?
Lo único que puedes es preguntar,
repasar de nuevo tus perplejidades.
¿Esperar a que alguien conteste tu pregunta?