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DIOS TORRENCIAL

Necesariamente al comenzar las tardes a alargarse,

necesariamente

al irse las sombras alargándose,

desde muy antiguo,

como venida de muy antiguo,

una desesperanza,

desde muy antiguo, y necesariamente

con los primeros largos días del verano,

con el primer calor estival, sobrevenía.

¿No eres tú, Dios mío, el pan, la sal de la tierra?

¿No eres la roca, el arroyo, el belfo ansioso?

¿No eres la espera?

Dios de mi desesperanza,

Dios ternísimo, carne hecho;

Dios, desde chico

te miro, Dios, te escucho;

dentro Dios, fuera Dios,

Dios por todo, pared mía, aire, espacio mío,

corazón aquí dentro,

latido, sobresalto,

esta hermosura, terror tuyo,

mar extendido o puñado de tierra,

una pequeña, antena del insecto indeciso,

línea, esta línea, vocablo, este vocablo.

Todo para nadie; derrámate,

rómpete, Dios torrencial.