ROSA TARDÍA[88]

Cuando te fuiste me quedé diciendo:

sin Rosa ya lo mismo da la vida,

y me volví a la casa. Con tu ida

la casa no encontraba, pero oliendo

estabas todavía. Y yo sintiendo

que estabas y no estabas, la perdida

presencia acaricié. Oh la medida

de la nada tu ausencia, mas creciendo.

Porque sin ti ya nada vale, todo

se queda en esperar, en aire, en pena,

en cantar para nadie, en aire, en nada.

Déjame en mi desdicha y a mi modo,

que ya no puedo más. Me siento ajena

el alma y sola. Nadie en la morada.