VII

Por qué obstinadamente vuelves, Rosa,

una y otra vez? La misma

con las mismas, ese misterio

del no acabar y ser la misma y otra,

porque tu aroma cuenta siempre

historias de fragancias repentinas

al abrir alacenas interiores.

Aunque

nunca el secreto de tu Rosa sabrás:

porque eso y morir sería lo mismo.

Y para eso, Rosa, siempre es tarde.