Rosa, mi corazón, mi latifundio[74],
mi campo de amapolas, mi arroyuelo,
mi torreón de mirlos, mi rodo,
mi noche de verano, mi proyecto
al fresco de la tarde, mi ola, ¡salta,
salta a mis brazos! Deja que revuelva
un poco tu cabello, mientras pienso
en la colmena oscura, con las mieles
ya colmadas de agosto, y el murmullo
de las abejas. Corazón, mi Rosa,
te adoro simplemente. ¿Te lo he dicho?