Venían de los olivos.

Traían la mano dura

de trabajar la tierra.

Traían el pecho tierno

con los hijos. La casa

era grande. De día

se quedaba sin nadie.

De noche se llenaba

de calor y de hijos.

La tierra, agradecida,

les fue dando lo suyo.

Lo de ellos fue la tierra

que hoy, blanda, les abriga.