Ay jara que te digo y que te quiero
y chaparral en flor, de donde llueve
una paz y una música que embebe
este deseo alerta y siempre entero!
¡Ay frescor de la tarde en el albero
que adorna el jaramago mucho y leve!
¡Ay vientecillo que el sembrado mueve,
y amor y libertad en que te espero!
¡Ay! ¿qué fuera, qué fuera del collado
donde a la tarde vengo a reclinarme,
y donde toda flor está diciendo
su nombre, con tu nombre equivocado,
y en su olor, con tu olor, vienen a darme
nuevas de tu mejilla que yo entiendo?