A UNA ESPALDA

¡Oh extensión de extensiones dilatada!

¡Oh llanura sin lindes, primavera

de regalo al sentido, donde espera

un alba indeclinable a la mirada!

¡Oh tenue loma, donde agazapada

la delicia se esconde, a la ladera!

¡Oh mar! ¡Oh mundo mío! ¡Oh verdadera

nieve en fuegos serenos reposada!

A tanto gozo concentrado, a tanto

júbilo sin confín, hoy, peregrina,

mi mano entre alborozos adelanto.

¡Oh seda que ellas hallan! ¡Oh colina

donde la dejo reposar! ¡Oh, cuánto

el alma recostada aquí adivina!

Se me ha roto el cristal, no la figura[24],

no aquel reverberar que siempre crece

por dentro de mi amor y que estremece

y renueva y ahonda mi ventura.

Ya más y más serena la locura

del despertar aquel, en que se mece

mi recuerdo y se ahonda y enternece

este amor en que amar no tiene hartura.

Nada puede romperse. Dicho todo,

todo vivir contigo siempremía,

mi tierra y mi labor. Paso no doy

que a ti no lleve de uno u otro modo.

Ni sé darle otro nombre a compañía

más que a la tuya a donde siempre voy.