DULCE JUVENTUD

Era sobre los campos. Era alegre.

¡Oh río de mis días! Como arroyos

el tropel de mis días. ¿Quién recoge

tantos haces de amor? ¡Oh tarde! ¡Oh tarde!

Todo se va alejando, pero a veces

quisiéramos morir menos aprisa,

no alojarnos por siempre en estas cosas,

tanto vuelo, lo bello que se escapa.

¡Oh dulce juventud! Largos los días

y perezoso el paso iba. Torno

la cara y miro. Sois vosotras. Sois

las mismas. ¡Y viniendo! Yo esperaba.

Y ahora pesa un poco. Pero es dulce.