XVII

Yo quiero que seas todas las cosas,

y te confundo frecuentemente con los recuerdos.

Amor, ¿cómo vas a alejarte,

si no tienes dónde ir?

¿Crees que todos compartirán contigo un lecho

y que todos te esperan a cenar?

Amor, ¡no seas inocente!

Lo más que te quieren es como quieren a las aves,

lo más que te recuerdan es como a los recuerdos.

¿Qué has hecho, amor, qué has hecho?

¿Pero otra vez te has ido?

¡No tardes! ¡Ven!