VI

Madre, por la calle pasan

carros de Caballería,

vienen cargados de paja.

Me traen sabor de era,

olor de tarde romántica

—¡tardes de agosto,

riberas aún no mojadas!—,

caminito de la era

y color de mies trillada

que vimos ponerse verde,

pálida

después, y luego crujir

al hacerse paja.

¡Tardes de agosto! ¡Caminos

silenciosos de la Infancia!