V
ROMANCE DE LA LUNA SOLA

LA luna es rueda de un carro

que tenía cuatro ruedas.

Yo le pregunté a la luna:

¿Dónde están tus compañeras?

—¿La de oro? Ésa se fue,

rueda que te rueda, rueda,

a juntarse con su hermana

dormida sobre las trenzas

de tu novia.

La de diamante

también se fue hacia la tierra,

y se encontró allí un hermano

en su corazón de piedra.

La de cristal se rompió

caminito de la tierra;

yo supe después que fue

porque los hombres no vieran

que era negra turbiedad

la que creían transparencia.

—¿Y tú, Luna?

Aquí me tienes,

rueda que te rueda, rueda,

sin compañeras ni carro,

esperando que me quieras.