IV
SALMO

Levavi oculos meos in montes.

SALMO CXX, 1.

A los montes altos

levanté mis ojos.

Estaban en mí, desenfrenados,

todos los instintos.

A los montes altos

levanté mis ojos

cubiertos de llanto.

Invoqué al Señor Dios

de los Santos:

¿Me darás auxilio?

Los montes, callados.

Rodaban quebrados,

de mis altas cimas,

todos los pecados;

mas otros subían.

A los montes altos

levanté mis ojos

cubiertos de llanto.