Diez anillos hay, y nueve torques de oro
ceñían el cuello de los antiguos jefes;
ocho son las nobles virtudes, y siete los pecados
por los que un alma perece;
seis suman el cielo y la tierra,
y todo lo dulce y valiente que ambos contienen;
cinco son los barcos que zarparon
de la Atlántida fría y disipada;
cuatro reyes de las Tierras Occidentales se salvaron,
y tres los reinos que ahora se alzan;
dos se unieron por amor y temor,
en el reino de Llyonesse al amparo de sus montañas;
sólo existe un mundo, un Dios y un comienzo,
enseñó a los druidas la noche estrellada.
S. R. L.