Generaciones marcadas

Mucho antes de que aparecieran sobre nosotros los

bombarderos

ya eran nuestras ciudades

inhabitables. La inmundicia

no se la llevaban

las cloacas.

Mucho antes de que cayéramos en batallas sin objeto

tras cruzar las ciudades que aún quedaban en pie,

eran ya nuestras mujeres

viudas, y huérfanos nuestros hijos.

Mucho antes de que nos arrojaran a las fosas los que ya se habían marcado,

ya carecíamos de amigos. Lo que la cal

nos comió no eran ya rostros.