Canción de San jamás

Todo aquel que nació en cuna pobre,

sabe que el pobre se ha de sentar,

un buen día, en un trono dorado:

¡ése es el día de San Jamás!

En este día de San Jamás

en trono de oro se sentará.

La bondad tendrá un precio ese día,

el cuello costará la maldad,

y mérito y ganancia, en ese día,

se cambiarán el pan y la sal.

En ese día de San jamás

se cambiarán el pan y la sal.

Crecerán sobre el cielo las hierbas,

la piedra el río remontará,

y el hombre será bueno. Un edén

será el mundo sin que sufra más.

En ese día de San Jamás

un paraíso el mundo será.

Ese día seré yo aviador,

tú ese día serás general,

tendrá trabajo el hombre parado,

la mujer pobre descansará.

En ese día de San jamás

mujer pobre, tú descansarás.

Pero es muy larga ya nuestra espera.

Por lo tanto, todo esto será

no mañana por la mañana, sino

antes que el gallo empiece a cantar.

En este día de San Jamás

antes que el gallo empiece a cantar.

(De El alma buena de Sezuán)