De la amabilidad del mundo

A la tierra llena de viento frío

todos llegasteis desnudos.

Sin temer cosa alguna, tiritabais

cuando una mujer os dio un pañal.

No os llamó nadie ni erais deseados.

No os fueron a buscar en carroza.

Erais desconocidos en la tierra

cuando un hombre os tomó de la mano.

A vosotros el mundo nada os debe:

fin. Si queréis marcharos, nadie os retiene.

Quizá erais indiferentes para muchos,

pero a otros muchos, niños, les hicisteis llorar.

De la tierra llena de viento frío

con costras y con tiña al fin os vais.

Y casi todos habéis amado el mundo

si llegasteis a tener un palmo de esta tierra.