DEJAMOS CAER EL MAR

Volábamos con el mar arriba de los Harrier

volábamos a devolvérselo al desierto

después de dos milenios de sed

y de alucinaciones de pesadilla:

Demonio tentando Jesús con infierno

Jesús tentando Demonio con paraíso

Ma sacábamos el mar atado como un estruendo

y lo subimos en hamacas a los Harrier

Veníamos muy cargados haciendo mandas

Joder

íbamos con Fitzcarraldo amarrado a los flaperones

con Debernardis de capellán de la flotilla

y con Lupo chupando atrás en los asientos

a cargo del primer amanecer en el cielo

íbamos como moiseses congojosos

infinitamente descobijados de dulzura

Así de pesados íbamos subiendo el agua

hasta que soltamos el mar sobre el desierto

y les nublamos la bola a los aladinos

milenaristas que querían otra vez

abrimos el mar y secarnos adentro.