A la balada de Cable Hogue
A Sam Peckinpah
Predícame un sermón de muerte, Luchino
No me hagan un santo
Pero no me arrojen tan profundo
Estamos reunidos aquí
Ante la vista de Dios
Y de toda su gloria
Para que descanse Phillip Rastelli
Nuestra oración es por este hombre
Compáralo con los ángeles
Si lo invitas a un buen bautizo
Pero tú sabes Señor que aun así
Podría ser uno de ellos
Como todos
Phillip Rastelli vino al mundo
Nadie sabe cuándo ni dónde
Él vino tropezando en Calabria
Como un profeta antiguo
Qué bien suena eso
Pero sería mucho peor
Si no acogieras con bondad
A Phillip Rastelli
Mataba demasiado
Era codicioso como pocos
Tal vez no respetó a nadie
Pero era impecable en eso
Ricos o pobres
Recibieron sus atentados
Cuando Phillip Rastelli murió
No hubo un restaurant en Calabria
Que él no financiara
No había un hombre
A quien él temiera
Ahora la sangre que él venció y amó
Lo ha cubierto finalmente
Ya se ha ido hacia el gran torrente
De los años
De las almas que pasan
Y jamás se detienen
En varias formas él fue uno de tus reflejos, Señor
Pero si piensas que no lo es
Debes recordar que Rastelli
Vivió y murió aquí en Calabria
Y estoy seguro de que el infierno
No es tan caliente para él
Jamás fue a la cárcel de Champ Dollon
No pudieron hacerle eso
Todo Reggio Calabria fue su mamá
Levantó su cabrón Imperio
Pero fue bastante hombre
Para abandonarlo
Por el amor
Cuando llegó el momento
Señor, como el día va hacia la noche
Esta vida llegará al final para todos
Decimos adiós a nuestro amigo
Y como dice la familia
Encontró a Dios donde no lo había
Pero conociendo a Phillip
Te sugiero, Señor
Que no lo tomes a la ligera.