IIINUESTRA LENGUA ADVERSA

Ya ahí

mientras yendo en Harrier por estas sierras

y mamándonos el pedazo chupado a Garcilaso

con nuestra lengua adversa de Reggio Calabria

y nuestro malogrado medio, hablar español,

seguíamos levantando vuelo como nubes a remezones

y armando un toldo de recepción acá arriba,

ma mientras esperábamos la llegada de Lacunza

aunque nuevos zarpazos nos devolvían la calma

Abajo se estaba armando una guerra de sórdidos

y ya no era cosa de salir del asombro

Capellanes fantásticos apegados a sus vírgenes

patronas se encontraban viéndoselas duras

con unos dos mil senderos luminosos

que les salían por todos lados allá abajo

en esos escondrijos del desierto de Nazca

De no creer que esos meandros desfachatados

intentaran levantarnos el botín sagrario

Decidimos ma mientras excitados darles puntada

Les enviamos unos Harrier con bombas de racimo

y unos cuadros de exposición de Mussorgksy

como regalo previo a la masacre, al año nuevo

que les íbamos a dar a nuestros hermanos de luz,

aunque la luz se la íbamos a llenar de humo

Cuando nuestro radar se fue copado en sombras

dándonos la señal para la emboscada del cielo

Ataque jamás pensado antes allá en Chile

por ninguna mente de espíritu de esta centuria

Ma mientras dejamos caer nuestros cuarenta cables

lanzados desde los flaps de los Harrier

atravesando los cinturones de Van Allen

y ahorcando a los Mirage escoltas milenaristas

no caídos, no bombardeados, no redimidos

sino subidos para acá arriba como Pentecostés,

como claraboyas para no perderse el vacío eterno.