139. Una bola en Marte

En el Jet Propulsion Laboratory de California se hacen preparativos para la exploración de Marte. Los instrumentos van a instalarse en un vehículo errante, dirigido por señales desde el centro de control de la misión. La superficie del planeta rojo está cubierta de rocas del tamaño de un hombre y azotada por fuertes vientos. Los vehículos utilizados para la exploración de la Luna tenían ruedas casi esféricas de gran diámetro y los físicos del Jet Propulsion Laboratory consideraron si una simple bola, con instrumentos en su centro, podría servir igual de bien impulsada por los vientos vespertinos de unos setenta kilómetros por hora. Se construyeron modelos del tamaño de un balón de playa y se ensayaron en el desierto de Mojave. Fueron un fracaso pues, sistemáticamente, se detenían frente a rocas pequeñas o en las pendientes. Volvieron entonces a los vehículos de grandes ruedas y se estaba probando uno de estos, con neumáticos esféricos hinchables, cuando ocurrió un extraño accidente: uno de los neumáticos, de un metro y medio de altura, se soltó e, impulsado por una brisa de treinta kilómetros por hora, tomó velocidad y se alejó. Rebotó sobre las rocas y se elevó por escarpados acantilados arenosos. La esfera saltarina dejó muy atrás al técnico que había salido en su persecución y sólo fue atrapada con la ayuda de un cochecito de playa. Era un efecto de escala: aquella esfera, más pequeña con respecto a las irregularidades del terreno, había resultado un pobre modelo.

El proyecto actual del Jet Propulsion Laboratory consiste en construir una esfera hinchable gigante, de seis metros de diámetro —de una altura, por lo tanto, de una casa de dos plantas— con equipo de radar para detectar agua subterránea en su centro además de contar con otros instrumentos. Se espera que los vientos vespertinos la impulsen sobre todos los obstáculos en la superficie del planeta, para ser detenida a voluntad por un desinflado parcial y puesta en marcha de nuevo por una instrucción de inflado desde el control de la misión. Los físicos del Jet Propulsion Laboratory llaman a su dispositivo «una bola de rastrojos rodadora».

La historia y una descripción más completa del aparato puede verse y oírse en la página web de la NASA, http://science.nasa.gov.