Walther Nerst, nacido en 1854, fue uno de los magnates alemanes de la física y la química física. Hizo sus contribuciones más famosas en termodinámica (de la que formuló la Tercera Ley) y en electroquímica. En 1920, compró Zibelle, una extensa hacienda en la Prusia Oriental. Había vacas, cerdos, un estanque con carpas y mil acres de tierra que incluían campos de cereales y otros cultivos. Nerst se dedicó a sus nuevos intereses en la agricultura con su determinación característica.
Se cuenta que en una visita de inspección durante una fría mañana de invierno entró en la vaquería y quedó sorprendido al descubrir el calor que hacía. ¿Por qué estaba tan caliente?, preguntó. Le respondieron que el calor estaba generado sólo por las vacas, como resultado de su actividad metabólica. Nerst quedó estupefacto e inmediatamente decidió vender sus vacas e invertir, en su lugar, en carpas: un hombre que piensa, decía, cría animales que estén en equilibrio termodinámico con su entorno y no malgasta su dinero en calentar el universo. De modo que el viejo sistema de estanques de la hacienda fue poblado con carpas que no calentaban apreciablemente el agua de su estanque.
Tomado de The World of Walther Nerst: The Rise and Fall of German Science, de Kurt Mendelssohn (Macmillan, Londres, 1973).