Sana costumbre es que le saques la lengua a tu imagen del espejo. Por un lado hace falta, diariamente, reírse un rato de sí misma; y además aprovechas para echar un vistazo a su color y consistencia. La lengua es gran depositaria de secretos, como órgano interno que tenemos afuera. ¿Cómo leer los signos de tu lengua? Ah, este alfabeto es oscuro puesto que cada lengua tiene el propio. Conocerse a sí misma no es otra cosa que conocer la propia lengua: mírala, indaga en sus montículos y senos, piensa qué harás en este hoy con ella. No seas lengüilarga. Antes del chisme, la mentira, la infidencia, muérdetela tres veces: después, si quieres, suéltala.