Cuenta la leyenda que un hacendado jefe lapón, Oukee Hanssen, tenía una hija casadera. Regates de la vida y la naturaleza. Inmensa fortuna y feísima hija. La pobre Marilooa —se pronuncia Marilúa—, consciente de su visaje, y de su bicharraca figura, se pasaba los inviernos llorando y los veranos corriendo detrás de los jóvenes lapones, con éxito nulo. Y un día, el padre, harto de ver sufrir al pedo mal tirado de su hija, ofreció dos mil renos al mozo que cargara con ella. Ante la escasa demanda que produjo su oferta, dobló la dote. Cuatro mil renos y un iglú alicatado hasta el techo. Como hasta en Laponia hay horteras, lo del iglú alicatado hasta el techo tuvo más gancho, y una tarde de agosto se presentó ante Oukee Hanssen el joven Souko Lorssen, que era bastante fresco, y por ende, un tanto aprovechado. El trato se cerró en un abrir y cerrar de ojos y Souko y Marilooa quedaron comprometidos. Pero Marilooa, aparte de su horrendo aspecto físico, tenía un acusado defecto gastronómico. Desayunaba arenques en aceite de ballena. El joven Souko empezó a pensar en su futuro y a replantearse la situación, y una tarde, inesperadamente, se subió a una canoa y desapareció corriente abajo sorteando las cantarinas piedras del río Koloá. Desde la otra orilla, Oukee y Marilooa intentaron detener al informal Souko, y se estableció el siguiente diálogo versificado:
OUICEE: | Koloá grafen firjjen firjjen grafen. |
MARILOOA: | Nij Souko dast utirjjen nij dast krafen. |
Que literalmente traducido queda así:
OUICEE: | ¡Cómo fluye el río! ¡Cómo fluye! |
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MARILOOA: | ¡Y cómo huye el tío! ¡Cómo huye! |
Sin darse cuenta, un joven lapón acababa de inventar el «canoeing». De ahí al descenso del Sella, del Cartes, del Deva o del Nansa, apenas un suspiro. Sucede que esa absurda actividad de descender sobre una piragua un río que no está para eso, se llamaba antes piragüismo, y hoy se denomina «canoeing».
El piragüismo, o «canoeing», explicado en dos o tres líneas, es una auténtica bobada. Practicado, es una bobada aun mayor. Se realiza en los meses de verano, cuando el deshielo de la alta montaña enriquece el flujo de la corriente. Para hacer bien el «canoeing» es imprescindible acoplarse al torso un chaleco salvavidas de color naranja, fundamental para ser avistado de lejos y por la noche durante el rescate de los cadáveres. En España no es fácil la defunción por vuelta de campana de la piragua, ya que los ríos no son como el Koloá. En España lo difícil es que la piragua flote y se desplace por el agua, líquido elemento que no abunda en nuestras cuencas fluviales. A lo más que puede aspirar un «yuppy» que practica el «canoeing» es a un par de chichones. Magnifico ejercicio para sudar y eliminar toxinas.
—¿De dónde venís tan sudados?
—De hacer «canoeing» en el Sella.
—¿Cuántos kilómetros habéis bajado?
—Ninguno; la piragua tocaba fondo y no la hemos podido mover.
—Vale.
—Vale.
El «barbecuing» es la barbacoa con excursión incluida. Una barbacoa en chalé adosado o en terraza de promoción «Nuevo Mundo» es simplemente una barbacoa. Si el parrilleo se lleva a cabo en espacio abierto, acampada forestal o prado sobre el mar, la barbacoa se convierte inmediatamente en «barbecuing». Los utensilios y condimentos son los mismos, a excepción de las «mountainbikes», que encajan mejor en el «barbecuing» que en la barbacoa normal. Se consiguen mejores incendios con carbón natural que con carbón vegetal, si bien el segundo es más cómodo de transportar. Para culminar un buen «barbecuing» es fundamental memorizar los cantos regionales más conocidos. Se recomiendan «chandales» de tonos oscuros, muy sacrificados para camuflar las manchas de grasa de la salchicha alemana. Y por añadidura, no puede hacerse «barbecuing» sin el soporte estratégico y cercano de varios 4 por 4, ya sean «Range», «Ford», «Nissan» o «Suzuki».
—Marion, «ves» al «Suzu» y tráete más bolsas de salchichas alemanas y otro paquete de carbón vegetal.
—¿Y después me dejas dar una vuelta en la «mountainbike»?
—Sí, Marion, pero «ves» con cuidado y no te alejes mucho.
—Gracias, mami.
Entonces «mami» se dirige a «papi» y le comenta:
—Merece la pena hacer «barbecuing» por lo que disfrutan los chavales.
—¿Qué hacemos mañana? —pregunta un «yuppy» a un «jasp» después de una agotadora jornada de veraneantes hiperactivos.
—Mañana haremos algo de «fishing» —responde el «jasp» mientras lee un ejemplar del Financial Times correspondiente al año anterior.
—¿Qué tipo de «fishing»? ¿«Diving arponing» —pesca submarina— o «fishing anzueling»? —pesca con caña.
—Mejor «fishing anzueling» porque el mar está demasiado «strong».
Pero no lo suficientemente «strong» como para llevárselos con un golpe de mar recién enganchados los gusanos a los anzuelos. El mar es así, que deja pasar las buenas oportunidades.