Aunque aquí nos asegure que escribir literatura fantástica fue su aspiración toda la vida, John C. Wright ejerció durante algunos años como abogado y periodista antes de dedicarse a la literatura a tiempo completo. Lo consiguió casi de inmediato en 2002 gracias a la excelente recepción de su primera novela, La edad de oro (Bibliópolis), para seguir en los años siguientes a un preciso ritmo de una novela al año. Simultanea la producción de obras originales con la redacción de textos de carácter técnico.
¿Por qué escogiste escribir cf al principio de tu carrera?
No hubo elección alguna. Anhelé ser un escritor de ciencia-ficción y fantasía desde que tengo memoria. Leía dos libros de bolsillo al día, nunca de otro género, y jamás imaginé que pudiera dedicarme a otra cosa.
¿Has ido alguna vez a talleres literarios, leiste algún libro para aprender a escribir o tuviste alguna formación de ese estilo?
Nunca he ido a un taller literario ni nada parecido. La mejor forma de aprender a escribir es leer. La mejor forma de intentar ser un gran escritor es leer a los grandes.
Tras los años que has pasado trabajando en este género, ¿en qué te parece que marca la trayectoria de un escritor? Estrictamente en el terreno profesional, ¿tiene más ventajas o desventajas que otros?
No llevo el tiempo suficiente en activo como para haber percibido ninguna diferencia significativa aún.
¿En qué crees que difiere el trabajo diario de un escritor de ciencia-ficción y fantasía del de cualquier otro género?
La diferencia básica es ésta: los escritores de los demás géneros, cuando crean una historia, se inventan personajes ficticios, tramas, temas, situaciones y diálogos. Los escritores de ciencia-ficción y fantasía deben además de todo lo dicho inventarse reglas adicionales para su mundo, lo que puede o no ocurrir en él, y los lectores deben tener la suficiente imaginación para seguirles. En otras palabras, el escritor de ciencia-ficción y fantasía se inventa un nuevo mundo que funciona según su propia lógica, y el escritor debe explicar o insinuar las reglas de ese mundo al lector a la vez que hace malabarismos con los restantes elementos de personajes, tramas, temas, etcétera.
No es sólo una cuestión de escenarios. Una historia de vampiros puede desarrollarse en el viejo Oeste o en la Italia medieval. Es una cuestión de normas y de expectativas del lector. Una de las reglas aceptadas de las historias de vampiros, por ejemplo, puede ser que el vampiro no pueda salir a la luz del sol, o enfrentarse a un crucifijo, o morir hasta que no se le clave una estaca en el corazón. Éstas son normas que nos vienen de leyendas bien conocidas que cualquier autor puede tomar prestadas y se espera que sean conocidas por cualquier lector.
En una historia de ciencia-ficción, el escritor debe inventar sus propias reglas y el lector debe tener el ánimo y la capacidad de seguir el ritmo. Por ejemplo, en Star Trek, una de las «reglas» que utilizan es la del uso del rayo teletransportador que permite llegar al instante de la nave a un planeta. Si el capitán Kirk escapa de una jaula por este medio, es algo legítimo conforme a las reglas. En Star Wars, una de las normas es que si un jedi emplea su poder dominado por la ira, se pasa al lado oscuro. Un lector que no entienda esas reglas no comprenderá por qué el capitán Kirk desapareció de la jaula en que estaba confinado, ni por qué Luke Skywalker no puede fulminar al emperador cuando es presa de la furia.
Ese lector no entenderá la historia. Un escritor de ciencia-ficción y fantasía debe crear un nuevo mundo lo suficientemente realista e imaginado con el suficiente detalle para satisfacer a un lector dispuesto a esforzarse.
¿Crees que un escritor de cf o fantasía debe tener algunas cualidades específicas?
Paciencia y determinación, y buena voluntad para encajar rechazos.
Un conocimiento básico de la ciencia es útil, supongo, así como una cierta familiaridad con las obras clásicas del género o los cuentos de hadas, pero no creo que sea absolutamente necesario para un escritor con otras cualidades.
¿Hay alguna forma en la que te surjan de manera más frecuente los arranques de historias? Cosas que te pasan, personajes, un paisaje, una idea…
Arranco de una serie de imágenes mentales e invento lo que resulte necesario lógicamente para relacionarlas. A veces la inspiración llega de un libro que he leído y resuelve de mala manera algo que creo que puedo hacer mejor por mí mismo.
¿Trabajas a partir de esquemas detallados de la trama? ¿Cuánto improvisas al escribir?
Planifico más cuidadosamente unos proyectos que otros. Pero, en general, escribir es como pasear entre nieblas por un valle hasta llegar a una cima. Sé dónde se encuentra ese pico, mi destino, lo tengo en mente antes de empezar, y a menudo puedo ver algunos accidentes del camino, pero la mayor parte de la ruta está oculta hasta el momento en que me encuentro ante el personaje o la escena en cuestión.
¿Utilizas alguna herramienta para ayudarte a insertar al lector en tu mundo imaginario? ¿Creas para ti mapas, glosarios de personajes, diccionarios de términos…?
Mi parte favorita de El señor de los anillos son los apéndices del final. He intentado incluir algún material adicional, cronologías, listas de personajes o algo parecido en todos mis trabajos.
¿Qué parte de tu labor cotidiana como escritor te cuesta más y cuál te resulta más divertida?
La parte divertida es escribir, la más difícil es conseguir que te paguen algunas veces.
¿Qué importancia tiene para ti el fandom específico de la cf, o en general el contacto con los lectores?
Son mis patronos y mis empleadores. Mi fortuna depende de su buena voluntad. Así que son de la mayor importancia.
¿Eres ordenado en cuanto a horarios y forma de vida para trabajar un número concreto de horas o te vas adaptando a lo que se pueda según los días?
Lo mejor que puede hacer un escritor es casarse. Mi esposa me obliga a ponerme a la tarea de escribir ciertos días durante ciertas horas. Me proporciona consejo editorial, inspiración y comentarios sobre lo que escribo. Ella es también escritora. Además, me ha proporcionado amor, comida y cuatro hijos. Si lo piensas, el matrimonio es más importante que la literatura.
¿Guardas ideas en un cuaderno? ¿Cómo archivas tu material no usado?
Sí. Todo escritor serio tiene esa clase de cuadernos, repleto de ideas, títulos para historias, artículos que pueden producir ideas, notas y esbozos. La verdad es que no organizo todo ese material, sino que dejo que se reproduzca en glorioso caos.
¿Qué otros escritores de cf y fantasía te han influido más, tanto en temáticas como en estilo?
¿Quieres decir a qué escritores he robado cosas? Déjame ver: La edad de oro fue una combinación de La última y la primera humanidad de Olaf Stapledon con El mundo de los No-A de A. E. Van Vogt. Los diálogos los robé de Jack Vanee. El escenario, de los mitos griegos. La idea de medir los periodos de la historia humana por la evolución mental de la raza procede de Nevemess, de David Zindell. El término sofotec lo robé alterando una letra de Cosecha de estrellas, de Poul Anderson. Atkins procede de un poema de Kipling. La máquina de guerra marciana es de La guerra de los mundos de H. G. Wells. La filosofía libertaria la tomé de Ayn Rand y Alexis de Tocqueville.
El último guardián de Evemess combina y sublima ideas de «La búsqueda en sueños de la ignota Kadath» de H. P. Lovecraft, el Doctor Fausto de Marlowe, el Paraíso perdido de Milton y La sombra, de Maxwell Grant.
Orphans of Chaos roba elementos de Nueve príncipes de Ambar de Rober Zelazny, varios mitos griegos y un considerable número de lecturas de cómics adolescentes.
Null-A Continuum es una secuela de mi libro preferido de mi autor preferido, El mundo de los No-A de A. E. Van Vogt.
Count to a Trillion bebe de La Riada de Homero y de La estrella apagada de E. E. Smith.
Mis distintos relatos cortos toman de H. P. Lovecraft, Jack Vance, William Hope Hodgson y el gran —y tristemente minusvalorado— Keith Laumer.