Cómo lo hace
Bruce Sterling

Bruce Sterling está considerado como uno de los padres del movimiento ciberpunk, del que editó la antología seminal Mirrorshades (Siruela), y es una de las voces más conocidas de la literatura de ciencia-ficción para el público general estadounidense gracias a su presencia continua en los medios de comunicación, por ejemplo con sus colaboraciones en la revista Wired. Desde su debut en 1977 ha publicado una veintena de libros, entre los que se cuentan referentes del género tanto en novela (caso de Cismatrix, en Bibliópolis) como en relato (como los recogidos en Crystal Express, en Ultramar) o ensayo (La caza de hackers, en Ajee). Ha ganado dos veces el premio Hugo de relato y una vez el Campbell de novela (por Islas en la red, en Destino), entre otros.

¿Por qué escogiste escribir cf al principio de tu carrera?

Tenía todo el sentido porque era el tipo de ficción que más me gustaba leer. No deberías escribir sobre algo que te aburre, porque aburres al lector. Si estás sinceramente interesado, el lector al menos intentará estarlo también un rato.

¿Has ido alguna vez a talleres literarios, leiste algún libro para aprender a escribir o tuviste alguna formación de ese estilo?

Soy un firme defensor de los talleres literarios y he estado en muchos. También asistí al programa de enseñanza de ciencia-ficción de Clarion.

Tras los años que has pasado trabajando en este medio, ¿en qué te parece que marca la trayectoria de un escritor? Estrictamente en el terreno profesional, ¿tiene más ventajas o desventajas que otros?

Lamento decir que los medios impresos están en serios apuros, en particular en los Estados Unidos, pero también en otros países. Cuando era un principiante, en los ochenta, existía un sistema definido con editores, distribuidores, librerías y agentes, muy estable y sólido en comparación a la actualidad. Por supuesto que los medios electrónicos tienen algunas ventajas, pero la literatura no les saca partido bien.

¿En qué crees que difiere el trabajo diario de un escritor de ciencia-ficción y fantasía del de cualquier otro género?

No es tanto una diferencia teórica como demográfica. En otras palabras, hay gente que se autoidentifica como lectores de cf. Están sorprendentemente ansiosos de leer obras de terror, fantasía, misterio, incluso ficciones históricas en tanto se las etiquete como «ciencia-ficción» y se distribuya por los canales establecidos.

¿Crees que un escritor de cf o fantasía debe tener algunas cualidades especíñcas?

Es importante que haya leído bastante cf, de forma que no reinvente los convencionalismos del género. Me he dado cuenta de que un montón de escritores de cf han tenido infancias inusuales, en ocasiones pasando largos periodos en países distintos al suyo. Supongo que también ayuda tener mucha imaginación.

¿Hay alguna forma en la que te surjan de manera más frecuente los arranques de historias? Cosas que te pasan, personajes, un paisaje, una idea…

Mi trabajo gira básicamente en torno a ideas. También me gusta situar las tramas en escenarios muy específicos.

¿Trabajas a partir de esquemas detallados de la trama? ¿Cuánto improvisas al escribir?

Casi siempre tengo un escenario bien definido y descrito en notas antes de empezar a escribir la historia. A veces abandono mis planes previos a medida que escribo. Algunas de mis historias más breves las arranqué sin tomar notas antes, aunque no es algo que haga con frecuencia. Improviso mucho en los diálogos y escenas de transición, pero no en la estructura general de la historia.

¿Utilizas alguna herramienta para ayudarte a insertar al lector en tu mundo imaginario? ¿Creas para ti mapas, glosarios de personajes, diccionarios de términos…?

Para las novelas elaboro bastante los mundos que construyo, pero un esfuerzo excesivo puede ahogar los relatos y convertirlos en farragosos. Como me encanta el diseño industrial tiendo a especular mucho en torno a objetos como las herramientas, la ropa, el mobiliario, la arquitectura, y los productos culturales de todo tipo.

¿Qué parte de tu labor cotidiana como escritor te cuesta más y cuál te resulta más divertida?

Ser un trabajador autónomo tiene siempre sus complicaciones. La documentación es siempre divertida. Es bueno leer los trabajos de los colegas cuando se encuentran en su mejor forma.

¿Qué importancia tiene para ti el fandom específico de la cf, o en general el contacto con los lectores?

Soy sin duda un producto del fandom, así que diría que es crucialmente importante. La comunidad formada por los escritores lo es también, incluso con sus peleas y desacuerdos puede resultar útil y productiva. La crítica literaria y la teoría me interesan mucho. La historia del fandom es muy ilustrativa, al igual que los fandoms de otros países.

¿Eres ordenado en cuanto a horarios y forma de vida para trabajar un número concreto de horas o te vas adaptando a lo que se pueda según los días?

Espero a que me lleguen las musas. No escribo bien cuando tengo una sensación de obligación, o cuando lo siento como una imposición.

¿Guardas ideas en un cuaderno? ¿Cómo archivas tu material no usado?

Tengo muchos cuadernos. Siempre llevo conmigo uno, y todos están llenos de ideas y observaciones. Nunca he sido metódico al respecto, pero encuentro que el acto físico de escribir las cosas me ayuda a aclarar mis ideas y sensaciones. Así que una nota me resulta útil incluso cuando no vuelva a mirar otra vez ese cuaderno jamás.

¿Qué otros escritores de cf y fantasía te han influido más, tanto en temáticas como en estilo?

Es obvio que se me conoce como integrante de la escuela de escritores ciberpunk contemporáneos. Sin embargo, dado que me preguntas sobre todo por mi trabajo profesional, me alegra reconocer mi deuda con el escritor de cf Gordon Dickson, que una vez describió con gran detalle para mí y otros oyentes su trabajo cotidiano. Sus consejos prácticos eran realistas y útiles, y con él me di cuenta de repente de que un escritor de ciencia-ficción profesional no era un ser mítico, sino un artesano trabajando por cuenta propia. Una vida de ese tipo requiere de un cierto grado de autocontrol y sacrificios. Sin embargo, tras escuchar a Dickson hablar de todo ello de una manera tan auténtica, pensé que probablemente encajaría en el tipo de vida que estaba describiendo, lo que a la postre resultó ser cierto.