Lee detenidamente las instrucciones de uso
El nacimiento de un bebé es uno de los acontecimientos más importantes para la familia y, desde luego, un factor que va a condicionar de forma radical la vida cotidiana.
Es curioso lo que ocurre con los hijos: acabas de conocerlo, pero ya no lo cambiarías ni por nada ni por nadie, porque forma parte de ti. Desde ahora vas a ver la vida desde la otra orilla y vas a comprender mejor a tus padres.
Dicen que los niños no traen un «manual de instrucciones». Y es verdad, pero hay algo peor: no tienen garantía.
Por eso hemos confeccionado este pequeño manual del usuario. Y también por eso es tan importante el «uso correcto de este bebé», porque no tiene garantía, ni recambios, ni posible sustitución. Tu bebé es único e irrepetible. ¡Cuídalo mucho!
Este manual se basa en los conocimientos médicos actuales, y las referencias bibliográficas son recientes. Sin embargo, como la investigación y la práctica clínica médica están en continuo avance, recomendamos consultar cualquier duda con el pediatra.
Dado el enfoque eminentemente práctico de esta guía, se mencionan los nombres comerciales de algunos productos usados habitualmente por el autor.
Finalmente, el lector sabrá disculpar alguna ráfaga humorística, que se ha intercalado con el único fin de hacer la lectura más amena.
Los consejos del pediatra
Dado que estas páginas van dirigidas a personas sin especiales conocimientos de medicina, evitaremos los términos técnicos y los formalismos en el lenguaje.
Antes de que nazca el niño, tendrás que ir meditando ya el nombre que le vas a poner.
Para los indecisos, en internet existen largas listas de nombres castellanos y de otras nacionalidades. Incluso hay libros ¡con 5.000 nombres de bebés y su significado!
Por si te sirve de algo, aquí están los nombres más frecuentes dados a recién nacidos en España en los últimos años:
Alejandro, Daniel, Pablo, David, Adrián, Javier, Álvaro, Sergio, Carlos y Marcos.
Lucía, María, Paula, Laura, Marta, Alba, Claudia, Caria, Andrea y Sara.
Sin embargo, en el último año ha habido un cambio hacia los nombres clásicos propios de los años cuarenta. Entre los de niño, los predilectos han sido: Antonio, José, Manuel, Francisco y Juan. Y entre los de niñas: María del Carmen, María, Carmen, Josefa e Isabel.
Este manual trata de informar sobre algunas cuestiones muy básicas acerca de los niños recién nacidos. Y lo ideal es que los padres lo lean (al menos la primera parte) durante el embarazo.
Y recuerda: aprovecha los días que vas a estar en el hospital para consultar cualquier duda con el personal sanitario. Porque cuando lleguéis con el recién nacido a casa, seréis los encargados de satisfacer las necesidades de una cosita menudita que llora mucho, y esto produce cierta ansiedad y nerviosismo. Además, las abuelas y la familia suelen meter baza y abrumar con consejos, siempre bien intencionados, pero a veces contradictorios... y ¡al final ya no se sabe qué hacer! Nada tranquiliza más que una visita al pediatra.
RECUERDA
Aprovecha los días que vas a estar en el hospital para consultar cualquier duda con el personal sanitario.
Como en otras facetas de la vida, ante cualquier contratiempo, lo más importante es no perder los nervios y mantener la calma. Y recuerda que «los niños se crían solos». Sólo necesitan una pequeña ayudita por vuestra parte.
Los recién nacidos ya captan, por el tono de voz y por los movimientos bruscos, el nerviosismo y la ansiedad de sus cuidadores. Así que es fundamental emplear un tono tranquilo y unos movimientos suaves cuando tengas al niño en brazos. No hay que gritar ni hacer fuertes ruidos. Mucha calma.
A los adultos también nos gustan el tono suave y el rostro sereno. ¿Te imaginas en un vuelo con turbulencias ver rostros de ansiedad o preocupación entre la tripulación, o que se hablaran a gritos?
Siempre hay que dar la sensación de tener la situación bajo control. Es increíble, pero el bebé lo nota.
Finalmente, una recomendación: nunca tomes decisiones de tipo médico sólo por algo que hayas leído en este manual, en cualquier otro o en internet. Tú no eres médico, y sólo el pediatra está capacitado para tomar decisiones sobre la salud de los niños.
RECUERDA
Si tu hijo tiene un problema de salud, debes acudir al médico o al pediatra. Estamos para ayudarte.