48 Plagiocefalia y otras deformidades de la cabeza

Las deformidades de la cabeza suelen aparecer a las pocas semanas de vida y son la consecuencia de dormir apoyado siempre sobre la misma zona. Aunque es poco frecuente, estas deformidades pueden estar presentes al nacer, debido a un problema de espacio: poco líquido amniótico, embarazo múltiple, posición de nalgas, etcétera. También existen otras alteraciones de la forma del cráneo debidas a enfermedades como el cierre precoz de suturas, pero son muy poco frecuentes.

En 1992, la Academia Americana de Pediatría aconsejó acostar a los bebés boca arriba para evitar la muerte súbita en la cuna. El resultado fue espectacular y las muertes súbitas en la cuna ¡disminuyeron a la mitad! Pero como contrapartida, aumentaron los casos de deformidades de la cabeza: una verdadera epidemia de cráneos aplanados y asimétricos (plagiocefalias) debido a la posición recomendada para dormir.

Si tu bebé duerme apoyando continuamente la cabeza en la misma zona, debido a la presión constante en esa zona, la cabecita se le irá aplanando por ese lado. Además, cuanto más se le aplane la zona de apoyo, más le gustará dormir sobre ella. Es un auténtico círculo vicioso.

Prevención de las deformidades de la cabeza

(Véase también el capítulo 14.) Recordemos: el bebé sano debe dormir sobre la espalda, boca arriba; sin embargo, debes evitar que apoye la cabeza siempre sobre la misma zona.

Tienes que ir cambiándole la zona de apoyo de forma rotatoria: cabeza centrada, giro a la derecha, giro a la izquierda.

Inicia estos giros de la cabeza desde las primeras semanas de vida después de cada toma, para evitar que se establezcan preferencias y se establezca el círculo vicioso:

PREFERENCIA - APLANAMIENTO - PREFERENCIA

Juega con el bebé en posición prona (bocabajo y culito para arriba) a partir de las cuatro o seis semanas de vida. Inicialmente, unos cinco minutos, mañana y tarde. Luego ve aumentando progresivamente ese tiempo. Así el bebé levanta la cabeza de la cama, hace ejercicio y fortalece los músculos del cuello.

«Duerme sobre la espalda, juega sobre la panza»

A continuación comentaremos los tipos de deformidades craneales más frecuentes:

Plagiocefalia posicional. Plagiocefalia significa cabeza oblicua. Se produce por dormir boca arriba (correcto), pero con la cabeza siempre vuelta hacia un mismo lado (incorrecto). El resultado es que el lado sobre el que se apoya (derecho o izquierdo) se irá aplanando y dará lugar a una asimetría de la cabeza y de la cara. A veces se asocia con tortícolis.

Braquicefalia. Una cabeza ancha y aplanada por detrás, debido a dormir siempre apoyando la zona occipital central.

Dolicocefalia. Una cabeza muy alargada y estrecha. Es frecuente en los niños prematuros, debido a estar acostados en la incubadora apoyados de lado, y a que sus huesitos craneales son muy blandos y se deforman con más facilidad. En estos casos son muy útiles las almohadillas que ayudan a que duerma apoyado en la zona posterior (occipital) y no de lado (véase la fotografía de la página 184).

Braquicefalia.

ATENCIÓN

Sólo debes ponerlo bocabajo cuando el bebé esté despierto y haya alguien vigilándole. No debes dejarlo nunca bocabajo en la cuna sin vigilancia cuando esté despierto (porque se puede quedar dormido así), y sobre todo no lo acuestes en esta posición. Para dormir lo colocamos siempre en la posición segura: boca arriba.

Tratamiento

Tratamiento posicional. Muy efectivo en los primeros cinco meses de vida para reeducar el giro de la cabeza:

Si tiende a dormir hacia la derecha, ponlo hacia la izquierda y viceversa.

Si tiene la cabeza aplanada por la parte posterior: ponlo a dormir boca arriba, pero apoyando la cabeza de lado.

Almohadilla para la prevención y el tratamiento de deformidades craneales.

El bebé no debe dormir apoyado sobre la zona deprimida. A veces es difícil, porque muchos niños ya han desarrollado su posición de comodidad, pero debes ser muy perseverante y paciente. Insistir es fundamental.

En las plagiocefalias, puede servirte confeccionar un rodillo de unos 30 cm de largo y de 8-10 cm de ancho, que, mediante un velcro, puedas sujetar al pijama del bebé de forma longitudinal, a la altura del hombro del lado afectado. O una bolsita con arena colocada de ese lado que impida que apoye la zona aplanada. También existen almohadillas especiales para estos casos como la de la fotografía (pregunta a tu pediatra).

Ponlo bocabajo el máximo tiempo posible, aunque siempre despierto y vigilado, como ya hemos comentado.

Reorienta la cuna. Ponla paralela a tu cama, pero orientada de forma que, para verte, tenga que apoyar la cabeza sobre la zona sana.

Si presenta tortícolis:

Cuando vaya de paseo en su sillita, si vas acompañada, quien no empuje la silla que se coloque del lado para el cual te interese que vuelva la cabeza tu bebé.

Cuando coma, viaje en coche, etcétera, colócate de forma que el niño vuelva la cabeza para el lado que te interesa.

Ortesis craneal. El famoso casco. La ortesis craneal está indicada en los casos más importantes y generalmente en niños mayores de cuatro o cinco meses que no han evolucionado bien con mediadas posturales. El casco funciona conteniendo las zonas salientes y liberando las zonas deprimidas. Lo debe llevar puesto 23 horas al día (sólo se retira para la higiene) y está hecho a medida.

Los cascos funcionan, pero son «engorrosos».