El nombre tortícolis viene del latín y significa «cuello torcido» (tortus collum). Y a eso se refiere, ya que un bebé con tortícolis congénita es un bebé que tiene una postura viciada del cuello y lo mantiene torcido o inclinado. Por lo general, el cuello se inclina hacia un lado y el mentón se vuelve hacia el contrario.
Las causas de tortícolis son muchas, entre ellas la plagiocefalia (véase el capítulo 48), pero en lactantes pequeños, la causa más habitual es el acortamiento del músculo esternocleidomastoideo. Los motivos por los cuales este músculo está acortado son diversos. Se habla de un posible traumatismo durante el parto, aunque lo cierto es que también se observa en bebés nacidos por cesárea.
No es raro que empiece a las pocas semanas de vida con la aparición de un bultito en la cara lateral del cuello, precisamente en ese músculo de nombre tan largo (esternocleidomastoideo). Primero el bultito y luego la tortícolis.
¿Cómo se diagnostica? Los padres habitualmente no notan nada y suele ser el pediatra el que detecta:
Un bulto en el cuello del bebé (que en este momento no suelen torcer la cabeza todavía).
El cuello torcido y la cabeza ladeada.
La gran mayoría de las veces el problema se da en el lado derecho.
El tratamiento es sencillo y consiste en unos ejercicios de fisioterapia.
Ejercicios de estiramiento del cuello
Te los indicará el pediatra, generalmente mientras esperas la consulta del servicio de rehabilitación. Debes hacerle estos ejercicios siempre que le cambies los pañales, y al menos tres veces al día. Cada ejercicio se repite tres veces.
Ejercicio oreja a hombro. Está pensado para mejorar la lateralización de la cabeza. Ponle una mano en la parte alta del pecho y la zona del hombro, de manera que no pueda mover el tronco, y la otra en la parte superior de la cabeza. De forma suave y continua, debes inclinarle la cabeza hacia el lado sano, llevando la oreja hacia el hombro. Al llegar a un punto de resistencia, aguanta diez segundos y luego suéltale la cabeza (véase el dibujo de la página siguiente).
Ejercicio oreja a hombro.
Ejercicio mentón a hombro. Está pensado para mejorar la rotación de la cabeza. Ponle una mano en el pecho y la otra, en la parte lateral de la cara. De forma suave y continua, vuélvele la cabeza de manera que el mentón vaya hacia el hombro del lado enfermo. Gírale la cabeza hasta el punto de resistencia, aguanta diez segundos y suéltale lentamente.
Ejercicio mentón a hombro.