Es la inflamación de los bronquios más finos, los bronquiolos, producida habitualmente por el virus sincitial respiratorio (VSR). Afecta, sobre todo, a los niños menores de dos años en otoño e invierno.
Los síntomas de una bronquiolitis son los de un catarro fuerte que ha bajado a los bronquios. El bebé puede tener fiebre alta, una tos importante y sufrir vómitos. También puede que le cueste respirar o comer.
Los bebés de pocas semanas también pueden padecer una bronquiolitis. Sin embargo, lo habitual es que afecte a lactantes que ya tienen unos meses de vida. Lo cual es una suerte, porque, cuanto menor es el bebé, mayor es el riesgo de complicaciones.
Prevención
No existe vacuna contra el virus sincitial respiratorio. En épocas de epidemia, evita que tu bebé esté en contacto con otros niños diagnosticados de bronquiolitis; usa una mascarilla o algo así, porque tampoco puedes tenerlo en una burbuja. Y por supuesto, lávate bien las manos antes de tocar al bebé o sus cosas.
A los bebés de mayor riesgo (cardiopatías, grandes prematuros, etcétera) se les administran anticuerpos para neutralizar el virus sincitial: una inyección de Synagis mensual durante la época de epidemia (de octubre a abril).
Tratamiento
No existe ningún tratamiento eficaz contra el virus. Se tratan los síntomas. Pero estamos hablando de bebés muy pequeños, que se defienden mal de esta infección. Como siempre, será el pediatra o el médico del servicio de urgencias quienes harán el diagnóstico y prescribirán el tratamiento.
Los menores de seis semanas son especialmente vulnerables, por lo que los suelen ingresar unos días en el hospital para vigilar la evolución (incluso si están bastante bien).
Algunas medidas eficaces contra esta infección son:
Mantenle las vías respiratorias altas limpias, de la forma que hemos comentado antes (véase el capítulo anterior).
Mantenle una buena hidratación: tolera mejor las tomas pequeñas y frecuentes.
No fumes en casa.
Los dilatadores bronquiales como el salbutamol en aerosol, que se administra mediante una cámara que termina en mascarilla (Babyhaller, etcétera), pueden ayudarle a mejorar un poco (los debe recetar el médico).
RECUERDA
Contra el virus sincitial no se desarrolla una inmunidad permanente, por lo que un mismo niño puede tener varios episodios de bronquiolitis.