Los recién nacidos y los lactantes pequeños respiran necesariamente por la nariz. Y si ésta se le obstruye por un catarro, lo pasan mal, porque no saben respirar bien por la boca.
Si alguien en casa está acatarrado, no debe acercarse al bebé o toser frente él. Incluso debería ponerse una mascarilla si el bebé es muy pequeño. Y por supuesto todos deben lavarse bien las manos antes de tocar al bebé o sus cosas.
Los síntomas de un catarro los conoce todo el mundo: moco clarito, estornudos, ruidos nasales al respirar, los ojos llorosos, quizá febrícula, tos, etcétera.
Pero lo que no suelen ser síntomas de un catarro son la tos importante, la fiebre alta o la dificultad para respirar. Esto indica que seguramente el proceso catarral «ha bajado» y debe valorarlo el pediatra.
Tratamiento
Dado que se trata de una infección vírica, no se prescriben antibióticos. Se tratan los síntomas:
Lavados nasales: con cuidado y generando poca presión, échale en un orificio nasal un chorrito de suero fisiológico con una jeringuilla (¡sin aguja!), o de agua de mar estéril Rhinomer fuerza 1 (en mayores de un mes). Espera unos segundos para que el niño se recupere y se hace lo mismo en el otro orificio nasal. Es mejor lavarle las fosas nasales antes de las tomas, porque con las maniobras de lavado podría atragantarse o vomitar la toma. Acuéstalo de lado para hacérselo (véase la fotografía).
Aspirar el moco: existen aspiradores manuales como el Narhinel que son muy útiles para aspirarle el moco. Tendrás que aspirar con la boca por el otro extremo de la sonda para hacer vacío. Aspira con cuidado para evitar irritarle o dañarle la mucosa de las fosas nasales.
Antitérmicos: si presenta fiebre, o si está dolorido puedes darle paracetamol. Pero ¡ojo con la dosis! (véase el capítulo 49).
Eleva un poco la cabecera de la cuna, para que el bebé esté algo incorporado.
Y por supuesto ¡nada de tabaco en casa!
El médico puede prescribirte las gotas nasales u otros remedios.
RECUERDA
Los catarros nasales son procesos habitualmente leves, aunque los bebés muy pequeños pueden pasarlo mal. Debemos vigilar la evolución y mantener las fosas nasales limpias.