Conjuntivitis
En cuanto nace el bebé, entre otras rutinas del paritorio, se le administra una pomada antibiótica en los ojos para prevenir la conjuntivitis producida por los gérmenes vaginales (véase el capítulo 2).
Pero ¿qué es la conjuntivitis? Es la inflamación de la conjuntiva del ojo y se caracteriza porque éste se pone rojo y presenta secreción purulenta (como pus) con legañas. Se trata con una pomada o un colirio antibiótico, previo lavado con suero fisiológico, y suelen evolucionar bien, sin problemas.
Algunos niños tienen conjuntivitis de repetición y en este caso hay que descartar una obstrucción del conducto lagrimal. El conducto lagrimal es un canalito muy fino por el que las lágrimas circulan hacia las fosas nasales, evitando así que rebosen y se produzca un lagrimeo continuo. Si el conducto lagrimal está obstruido, existirá lagrimeo continuo por ese ojo desde las pocas semanas de edad, y el bebé presentará conjuntivitis de repetición. Además de tratar con antibióticos oftálmicos las sucesivas conjuntivitis, se deben realizar masajes del conducto lagrimal. La zona donde se hace el masaje, varias veces al día, está entre el ángulo interno del ojo y la raíz nasal, un poco hacia abajo (véase la fotografía).
La obstrucción del lagrimal no es rara, pero suele evolucionar bien y sólo en algunos casos precisa sondaje para desobstruirlo, que habitualmente se hace después de los ocho meses.
Otitis
Es la inflamación del oído. Generalmente, si se habla de otitis (a secas) se habla de la otitis media aguda. Es un proceso muy frecuente en los niños, y es la causa principal por la que los pediatras recetan antibióticos. Puede ser la complicación de un catarro (pero no siempre).
El síntoma principal es la irritabilidad y el llanto (por dolor). Pero también pueden tener fiebre, supurar por el conducto auditivo, etcétera. Así, si tu bebé tiene un catarro y llora mucho o está muy irritable, debes pensar en esta posibilidad.
¿Cómo sabrás si le duelen los oídos? No es fácil. Cuando son muy pequeños no se llevan la mano al oído. Pero si él bebé llora mucho, considera esta posibilidad, sobre todo si tiene catarro o si ya ha tenido otitis anteriormente. Si le presionas suavemente cerca del conducto auditivo (véase la fotografía) cuando el bebé está tranquilo, éste se apartará rápidamente porque siente dolor y llorará con fuerza (signo del trago).
Si sospechas una otitis dale paracetamol (¡cuidado con la dosis! Véase el capítulo 49), y acude al pediatra.