La ictericia se manifiesta por el color amarillo de la piel y de las mucosas. Un niño con ictericia es un niño que está amarillo. Se aprecia muy bien en la conjuntiva: el blanco de los ojos. Este color se debe a la bilirrubina. Los recién nacidos tienen muchos glóbulos rojos, que poco a poco se van destruyendo y cambiando por otros «de tipo adulto», y eso produce bilirrubina. Si además le añadimos el hecho de que el hígado del bebé todavía está inmaduro, lo habitual es que los recién nacidos a los dos o tres días de vida se pongan algo amarillos. La ictericia irá cediendo en unos pocos días. Es un problema tan frecuente en el recién nacido, y habitualmente sin trascendencia, que lo consideramos como «normal» y hablamos de la ictericia fisiológica del recién nacido.
Pero, como en casi todo, hay límites. Y cuando se pasa de un determinado nivel de bilirrubina, ya no hablamos de ictericia fisiológica o normal. Porque la bilirrubina, en mucha cantidad, puede ser perjudicial. Así pues, hablamos de ictericia fisiológica cuando un bebé sano y no prematuro, de dos o tres días de vida, se pone algo amarillo. Cuando la cantidad de bilirrubina es muy alta, aunque no suele ser un problema serio, hablamos de ictericia patológica.
Bebé en fototerapia.
Cuándo la ictericia es importante
El médico tratará de descubrir las causas de esta ictericia.
Una causa frecuente de aumento de la bilirrubina es la incompatibilidad del grupo sanguíneo de la madre con el del bebé. También las infecciones, los sangrados, la lactancia materna, etcétera, pueden aumentar la ictericia.
Dado que los recién nacidos suelen irse pronto del hospital (sobre las 48 horas de vida), la ictericia puede aparecer cuando el bebé está ya en casa. Si notas a tu hijo amarillo, debes consultar ese mismo día con el pediatra o acudir al servicio de urgencias, porque puede sea necesario su ingreso para ponerlo bajo una lámpara de fototerapia, el tratamiento que en ocasiones se aplica al bebé: se coloca desnudo, excepto por un vendaje a modo de gafas para que la luz no le moleste ni le produzca ningún daño en los ojos (véase la fotografía de la página anterior), bajo la luz de una lámpara especial (lámpara de fototerapia) que elimina la bilirrubina.
ATENCIÓN
El color amarillento característico de la ictericia se debe a la presencia de bilirrubina, que en niveles altos puede precisar tratamiento (fototerapia).