03 La cesárea: otra forma de nacer

Una recomendación: aunque tu parto sea por cesárea, te recomendamos que leas con atención el capítulo 2 de este manual, porque en él hablamos sobre la rutina al nacimiento, la profilaxis neonatal y la forma de viajar seguro.

Como es sabido, se denomina cesárea al nacimiento mediante una intervención quirúrgica con incisión en abdomen y útero. Actualmente es una forma muy frecuente de nacer. En Estados Unidos cerca de uno de cada tres niños nace de esta manera, lo que indica la gran cantidad de cesáreas que se realizan a diario.

Existe discusión sobre la etimología de la palabra cesárea. Algunos la atribuyen a que julio César, al parecer, nació de esta forma. Otra hipótesis es que deba su nombre a la ex caesarea, una ley romana que obligaba a extraer el feto a las mujeres que morían en estado avanzado de gestación. Pero lo más probable es que el término cesárea provenga del verbo latino caedere, «cortar».

Si bien las cesáreas salvan vidas y evitan graves problemas a muchos bebés y a sus madres, también es cierto que algunos expertos sostienen que actualmente se practican con una frecuencia excesiva. Otro punto de controversia son las cesáreas realizadas por motivos no médicos, sino a solicitud de la propia madre. Este tipo de cesáreas está aumentando en algunos países y plantean un problema ético: realizar o no una cesárea que pide la madre, pero que no está indicada por razón médica. Sea como sea, una cosa está clara: las cesáreas por petición materna no deberían realizarse antes de las 38-39 semanas o sin comprobar la madurez pulmonar del feto, ya que podría existir el riesgo de que el bebé sufriera complicaciones respiratorias (véase el capítulo 24).

Sin entrar en esas controversias que competen al equipo de obstetricia, lo cierto es que para el recién nacido y para la madre, la cesárea es algo muy diferente de un parto natural.

Aunque la cesárea es una operación segura en la gran mayoría de los casos, no deja de ser una intervención quirúrgica y, como tal, tiene algunos riesgos: infección de la herida, convalecencia más larga, complicaciones anestésicas, etcétera. También puede conllevar algunas complicaciones relacionadas con el bebé: mayor frecuencia de problemas respiratorios, reanimación, etcétera.

Los pediatras, en casos de parto por cesárea, vigilarán que no existan problemas con la lactancia materna. Dado que la mayoría de estas intervenciones se hacen con anestesia epidural, lo que significa que la parturienta está consciente, no debería existir inconveniente para ponerle el niño al pecho en la primera hora de vida. Aunque necesites algo más de ayuda, que tu parto sea por cesárea no debería ser un inconveniente para que establezcas con éxito la lactancia.