Diecisiete

YA EN CASA, transmití el encargo de Guild a Nora y luego le dije lo ocurrido durante la tarde.

—Yo también tengo un recado para ti —me dijo—. Gilbert Wynant ha estado aquí y se ha llevado un disgusto al no encontrarte en casa. Me ha dicho que tiene algo de «muchísima importancia» que decirte.

—Probablemente ha descubierto que Jorgensen tiene el complejo de Edipo.

—¿Crees que Jorgensen la mató?

—Creí saber quién lo hizo —respondí—, pero la cosa está demasiado liada en estos momentos para cualquier cosa que no sean conjeturas.

—¿Quién crees que fue?

—Mimi, Jorgensen, Wynant, Nunheim, Gilbert, Dorothy, tía Alice, Morelli, tú, yo o Guild. Quizá Studsy. ¿Por qué no preparas algo de beber?

Preparó Nora unos cócteles. Estaba yo con el segundo o con el tercero cuando volvió de hablar por teléfono y me dijo:

—Tu amiga Mimi quiere hablarte.

Fui al teléfono.

—Hola, Mimi.

—Nick, siento horrores haber estado tan grosera la otra noche, pero era tan grande el disgusto que tenía que perdí la cabeza e hice el numerito. Te ruego que me perdones —dijo todo esto precipitadamente, como si estuviera impaciente por acabar con ello de una vez.

—No te preocupes —le dije.

Casi no me dio tiempo para decir estas tres palabras, cuando comenzó a hablar otra vez, aunque ahora con más pausa y en tono más sincero:

—¿Puedo verte, Nick? Ha ocurrido algo terrible, algo que… No sé qué hacer ni a quién recurrir.

—¿Qué te pasa?

—No puedo explicártelo por teléfono, pero tienes que decirme qué hacer. Necesito que me aconsejen. ¿No podrías venir?

—¿Ahora?

—Sí, por favor.

Dije:

—Está bien —y volví a la otra habitación—. Voy a ir a ver a Mimi. Dice que está metida en un lío y que necesita ayuda.

Nora se rio.

—Mantén las piernas bien juntas. ¿Te ha pedido perdón? A mí, sí.

—Sí, y sin pararse a respirar. ¿Está Dorothy en su casa o sigue con tía Alice?

—Sigue con tía Alice, según Gilbert. ¿Tardarás mucho?

—Lo menos que pueda. Es posible que hayan detenido a Jorgensen y que Mimi quiera que yo procure arreglarlo.

—¿Le pueden hacer algo? Quiero decir si es que no mató a la Wolf.

—Podrían sacar a relucir lo de antes, las amenazas por correo, las tentativas de chantaje… —dejé el vaso para hacerle una pregunta a Nora y también a mí mismo—. ¿Se conocerán Nunheim y él? —lo pensé, pero no vi en ello más que una posibilidad—. Bueno, hasta luego.