PARA NO MORIR POR SEGUNDA VEZ
—¡Oh Thoth!
Respóndeme, ¿qué sucedió con
los dioses que Nut dio vida en otro tiempo?
Escucho la voz de Thoth que dice:
«Han engendrado guerras, desencadenado desastres,
cometido calamidades, creado demonios,
hecho estragos y destrucciones;
pero también, al lado de estas Obras del Mal,
realizaron grandes cosas.»
—¡Haz cumplir, oh Thoth, los decretos de Tum,
para que no triunfe el Mal
los enemigos del Bien no continúen sus asaltos!
¡Oh Thoth! ¿no ves como en este mismo instante
actúan silenciosamente y hacen sus preparativos
con la bella Ordenación de los Años y de los Meses?
¡Observa! ¡Yo continúo tu fiel Tableta, oh Thoth,
estoy dispuesto a recibir la marca de tu Pincel!
heme aquí que traigo tu Tintero…
Yo no soy, en verdad, uno de esos Espíritus
que preparan a escondidas la Obra del Mal.
Que no sea hacia mí dirigido el castigo!
¡Oh Tum! ¿A qué lugar llego ahora[233]?
¡Ay! ¡No encuentro aire puro para respirar,
y no hay agua!
No percibo por ningún lado, ni tampoco se adivina en las tinieblas,
otra cosa sino abismos y precipicios…
¡Qué oscuridad impenetrable!
Mis pasos exploran con titubeos el camino
y avanzo a tientas;
alrededor de mí se siente pensar a las Almas desgraciadas…
Es imposible, en verdad, vivir en este lugar con paz de espíritu
ni conocer las voluptuosidades del amor.
¡Ojalá encuentre,
a falta de aire y de agua, y a falta de los placeres del amor,
la santificación de mi espíritu! ¡Y también, a falta de panes sepulcrales y de vino,
la paz para mi Espíritu!
Heme aquí que recibo una orden de Tum:
debo mirar, inmóvil, tu rostro, ¡oh Thoth!
¡No seas, entonces ni muy duro ni muy cruel conmigo!
, Observa, por incontables años por venir,
todos los dioses ponen en tus manos sus tronos,
para que tú, ¡oh Thoth! dispongas de ellos,
tu propio trono sea entregado a tu Hijo Horus.
Porque las grandes divinidades enviaron a Horus
para que tome posesión de su Trono,
a él, Heredero del Trono
que vive en medio del Lago del Doble Fuego.
Entonces, fue decretado por los dioses
que yo reemplace a Horus
y así me será concedido el contemplar a Tum, mi Señor…
¿Cuál será, entonces, la duración de mi vida?
Ha sido ordenado que viviré incontables años.
Heme aquí que recibo la orden
de permanecer al lado de las más antiguas divinidades…
Porque yo rescaté el Mal realizado por mí
desde que esta Tierra apareció
junto con el Alba de la existencia, en el Océano del Cielo,
surgiendo del Caos de los Primeros Tiempos…
Yo tengo, en verdad, la misma edad de Osiris…
Muchas han sido mis Metamorfosis:
yo recorrí toda la serie de los Seres variados.
Los hombres no conocen la belleza de estas Formas;
los dioses apenas las conocen.
Entonces, esta belleza que es mía, bajo la forma de Osiris,
es más perfecta que la de los otros dioses.
Osiris me confío la Región de los Muertos…
Su hijo Horus, su Heredero legítimo,
está sentado en el Trono que surge del Lago de Fuego.
En otro tiempo yo ayudé a este dios a elevarse en su Trono,
en la Barca de los Incontables de Años…
Horus está sólidamente establecido en su Trono,
rodeado de los amigos que ama y de innumerables posesiones;
mientras que el Alma de Seth sigue alejada de los otros dioses.
Heme aquí que yo soy capaz de dejar inmóvil en mi Barca
esta Alma de Seth.
En verdad, viendo el aspecto de mi Cuerpo divino, ¡siente miedo!
¡Oh Osiris, Padre mío, haz por mí
lo que tu propio Padre Ra, hizo por ti!
¡Que me sea posible establecerme en la Tierra para toda Eternidad!
¡Que me sea posible mantener el Trono en mi poder!
¡Que mi heredero sea fuerte y sólido!
¡Que florezca mi tumba!
¡Que mis amigos tengan prosperidad!
¡Que mis enemigos sean amarrados, encadenados,
destruidos por Serkit, la diosa-escorpión!
¡Yo soy en verdad tu hijo, oh Ra, mi Padre divino!
¡Creaste para mí la Vida, la Fuerza y la Salud!
He aquí que Horus ha sido establecido en su Trono…
Dadme, ¡oh Ra! la gracia para que los días de mi vida
me conduzcan al seno de la Beatitud.